• Banderas de EE.UU. y la Unión Europea
Publicada: sábado, 12 de julio de 2025 22:55

Desde Europa preparan “medidas de represalia proporcionales” para proteger los intereses de la Unión Europea, después de nuevos aranceles aplicados por EE.UU.

Tras el fracaso de las negociaciones comerciales entre Estados Unidos y la Unión Europea sobre los aranceles comerciales, el presidente de EE.UU., Donald Trump, anunció este sábado que a partir del primer día del próximo mes impondrá un arancel del 30 % sobre los productos europeos.

En respuesta, la presidenta de la Comisión Europea (CE), Ursula von der Leyen, avisa de que la imposición de este gravamen “interrumpiría las cadenas de suministro transatlánticas esenciales, en detrimento de empresas, consumidores y pacientes a ambos lados del Atlántico”.

Aun con todo, la eurodiputada de alto rango ha señalado que el bloque comunitario está dispuesto a llegar a un acuerdo antes del primero de agosto, pero al mismo tiempo, está completamente preparada para proteger sus intereses, incluso mediante la adopción de medidas recíprocas proporcionales si fuera necesario.

Al concluir sus declaraciones, la alta funcionaria europea, ha añadido que, mientras tanto, siguen profundizando sus alianzas globales, “firmemente arraigadas en los principios del comercio internacional basado en normas”.

Entretanto, el presidente del Consejo Europeo, António Costa, lamentó que los aranceles “impulsan la inflación, generan incertidumbre y obstaculizan el crecimiento”, y aseguró que la UE está “unida y firme” para proteger sus intereses.

 

En otro episodio de su guerra arancelaria, Trump recurrió a su red social Truth Social para dirigirse a la presidenta mexicana, Claudia Sheinbaum, y anunciar la imposición de aranceles adicionales de hasta un 30 % sobre productos provenientes del país azteca.

Ante tal coyuntura, la Secretaría de Relaciones Exteriores y la de Economía de México, detallan en un comunicado que “era un trato injusto y que no están de acuerdo”.

“México ya está en negociaciones” para pactar “una alternativa” a los aranceles “que permita proteger empresas y empleos en ambos lados de la frontera”, detallan las carteras mexicanas.

El Gobierno de la presidenta Claudia Sheinbaum confía en “resolver cualquier posibilidad” de que los aranceles anunciados por Trump entren en vigor el 1 de agosto, según se indicó en el comunicado.

México es uno de los países más vulnerables a los aranceles impuestos por el mandatario republicano, ya que el 80 % de sus exportaciones tienen como destino a Estados Unidos, su mayor socio comercial.

Desde que regresó a la Casa Blanca, en enero, Trump ha convirtido la guerra arancelaria en una de sus principales herramientas de presión económica. Ha impuesto tarifas punitivas a productos chinos en un intento por reducir el déficit comercial y frenar el ascenso tecnológico de Pekín, lo que desencadenó una escalada de represalias.

México también ha sido blanco de amenazas y aranceles, utilizados como mecanismo de presión en temas migratorios. Europa enfrenta impuestos sobre el acero, el aluminio y productos agrícolas, y en un episodio reciente Brasil se vio castigado por algo muy raro: enjuiciamiento al aliado de Donald Trump, el expresidente Jair Bolsonaro, implicado en una intentona golpista. 

Esta estrategia, aunque popular entre ciertos sectores industriales estadounidenses, ha desatado tensiones globales y afectado cadenas de suministro internacionales.

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