Más de 100 mil trabajadores del servicio postal en el Reino Unido han comenzado el primero de varios días de huelga que amenazan con interrumpir las entregas en todo el país durante el período previo a la Navidad. Los huelguistas exigen mejoras salariales, pero, la empresa asegura que no está en condiciones de aumentar los salarios.
La empresa, a la que los trabajadores rechazan la oferta de hasta el 9 por ciento, argumentó que está perdiendo 1 millón de libras esterlinas por día, y que necesita reestructurarse. Además, afirma que podría eliminar hasta 10 mil empleos para agosto. Una decisión que es muy poco justa para los trabajadores.
No son solo los trabajadores postales, los que han convocado a huelga para diciembre. Los enfermeros, profesores y ferroviarios han anunciado protestas con las mismas demandas.
El Gobierno de Rishi Sunak sostiene que no puede permitirse aumentos salariales. Y para contrarrestar el impacto de los paros, está evaluando la formación de unos 2 mil militares para funciones que incluyen la conducción de ambulancias, extinción de incendios o apoyo a aeropuertos y puertos. Sin embargo, las protestas, además, van camino de crear un agujero de mil millones de libras a una economía que ya está en recesión y acumula una deuda pública que roza el 100% del producto interior bruto (PIB).
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