"Espero que los ministros se pongan de acuerdo para reforzar nuestra futura presencia en la parte oriental de nuestra Alianza. Esto reforzará nuestra defensa colectiva y al mismo tiempo enviará una señal poderosa para detener cualquier agresión o intimidación", ha dicho el secretario general en declaraciones a la prensa a su llegada este miércoles a la reunión ministerial de dos días de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), en Bruselas (Bélgica).
Espero que los ministros se pongan de acuerdo para reforzar nuestra futura presencia en la parte oriental de nuestra Alianza. Esto reforzará nuestra defensa colectiva y al mismo tiempo enviará una señal poderosa para detener cualquier agresión o intimidación", dijo el secretario general de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), Jens Stoltenberg.
Stoltenberg ha explicado que la Alianza está aumentando en la actualidad tanto su presencia avanzada como su capacidad de enviar refuerzos, ya que a su juicio tener una presencia avanzada multinacional "también es una señal fuerte de la unidad y la defensa colectiva de la OTAN", según sus palabras.
Además, ha dado "la bienvenida" al plan de Estados Unidos para aumentar tanto su gasto en defensa como su presencia militar en Europa, y ha incidido en el hecho de que los recortes en los presupuestos de defensa de los aliados europeos y Canadá "han parado prácticamente" tras "muchos años de reducciones sustanciales".
Estas declaraciones del militar noruego se han producido un día después de que la agencia rusa de noticias Sputnik publicara un informe del laboratorio estadounidense de ideas RAND Corporation, según el cual el Ejército ruso, en caso de entrar en la región báltica, sería capaz de expulsar a las fuerzas de la OTAN en 72 horas.
El mismo centro ya había advertido el pasado 3 de febrero de la posibilidad de caída de los países bálticos de Letonia, Lituania y Estonia en manos de los rusos en apenas tres días, sin que las fuerzas de la Alianza tengan “ninguna posibilidad” de detener el avance ruso.
Desde el empeoramiento de la crisis ucraniana en 2014, las relaciones entre Rusia y la Alianza se han oscurecido hasta el punto de llegar a niveles no vistos desde la Guerra Fría.
La OTAN y EE.UU. han aumentado drásticamente su presencia militar en los países de Europa del Este, donde han construido seis nuevos cuarteles generales que funcionarán como centros de planificación y coordinación para misiones de entrenamiento de las fuerzas de respuesta rápida.
Rusia, por su parte, critica dicha política; el pasado 31 de diciembre, el presidente ruso, Vladimir Putin, consideró la presencia militar de la Alianza cerca de sus fronteras como una amenaza de seguridad nacional. El pasado 4 de enero, el representante permanente ruso ante la Alianza, Alexander Grushkó, advirtió de los preparativos militares desplegados por la OTAN en los países bálticos.
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