“Actuamos en el marco del [acuerdo de] salvaguardias y el TNP y no aceptamos nada más que eso”, ha puntualizado este martes el jefe de la Organización de Energía Atómica de Irán (OEAI), Mohamad Eslami, en una rueda de prensa.
Al respecto, ha subrayado que las relaciones entre Irán y la Agencia Internacional de Energía Atómica (AIEA) deben ceñirse a las reglas y estatutos de la agencia, el acuerdo de salvaguardias y el Tratado de No Proliferación Nuclear (TNP).
Al rechazar las declaraciones que acusan a Teherán de no respetar el TNP, Eslami ha denunciado que el país persa se enfrenta a ciertos actores que de ninguna manera quieren el desarrollo de la ciencia y la tecnología por parte de Irán.
Refiriéndose al acuerdo nuclear, de nombre oficial Plan Integral de Acción Conjunta (PIAC o JCPOA, por sus siglas en inglés), ha hecho hincapié en que la República Islámica no puede ser obligada a cumplir sus compromisos bajo el pacto, mientras otras partes no solo no implementan los suyos, sino imponen sanciones crueles e ilegales a la nación iraní y las amplían todos los días.
Ante la salida ilegal de Estados Unidos del pacto nuclear en 2018 y la reimposición de los embargos, así como ante la pasividad de los europeos, Irán empezó en mayo de 2019 a reducir gradualmente sus compromisos estipulados en el PIAC.
En este sentido, a principios de enero pasado, comenzó a inyectar gas en las centrifugadoras de la planta nuclear de Fordo (centro), con lo que volvió a enriquecer uranio al 20 %, y aseguró que tiene la capacidad para enriquecer fácilmente uranio en cualquier porcentaje, incluso por encima del 40, 60 y 90 %.
Con todo, las autoridades iraníes han asegurado una y otra vez que, si las contrapartes cumplen las demandas de Teherán y cesan los embargos, el país persa es bastante serio y volverá a implementar plenamente el referido convenio.
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