Según ha informado este martes la agencia de noticias persa ISNA, citando por el diario Bloomberg, la producción de petróleo iraní ascendió a más de 2,9 millones barriles por día (bpd) en el mes de agosto, lo que muestra un incremento más alto en comparación con las de abril de 2012, cuando la Unión Europa (UE) y Estados Unidos impusieron nuevas restricciones al mercado petrolero persa bajo el pretexto de que las actividades nucleares de Irán podrían tener fines militares.
Las cifras publicadas también muestran que en agosto de 2015, la producción de petróleo de Irán aumentó en 50.000 barriles por día (bpd) en comparación con el pasado julio, cuando el país produjo un total de 2,85 millones de barriles diariamente, ha agregado la agencia persa.
El sábado, el presidente iraní Hasan Rohani dijo que Irán ha logrado aumentar su producción de petróleo crudo de 2,7 millones de barriles a 2,9 millones en los últimos dos años.
Irán ha asegurado que aumentará su producción petrolera en 1 millón de barriles por día en medio año, destacando que este incremento será posible tras el rápido levantamiento de las sanciones por las potencias occidentales.
Por su parte, el ministro de petróleo persa Biyan Namdar Zanganeh aseguró que Irán no renunciará a su cuota en la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP).
Además, hizo hincapié en la necesidad de trabajar duramente para superar las sanciones inhumanas impuestas al país, argumentando que “el mantenimiento de las cuotas de Irán en la OPEP y el mercado mundial se encuentra entre nuestros parámetros vitales”.
Irán ocupa el cuarto lugar a nivel mundial en reservas probadas de petróleo, pero de momento, puede exportar cerca de un millón de sus barriles, como estipula el actual régimen de sanciones.
Cabe mencionar que el pasado 14 de julio, Irán y el Sexteto (EE.UU., el Reino Unido, Francia, Rusia, China y Alemania) concluyeron sus conversaciones nucleares tras alcanzar el Plan Integral de Acción Conjunta (JCPOA, por sus siglas en inglés).
El texto del JCPOA que fue ratificado el pasado 20 de julio por el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas (CSNU), prevé la eliminación de las sanciones antiraníes a cambio de algunas restricciones al programa de energía nuclear del país persa.
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