“El 14 de agosto de 2021, la Agencia verificó [...] que Irán había utilizado 257 gramos de uranio enriquecido hasta el 20 % en U-235 [el principal isótopo fisible del uranio] en forma de UF4 (tetrafluoruro de uranio) para producir 200 gramos de uranio metálico enriquecido hasta en el 20 % en U-235”, ha anunciado este lunes la AIEA.
En un informe a los Estados miembros, al que tuvo acceso la agencia británica de noticias Reuters, el organismo internacional ha confirmado el progreso de las actividades de Irán en el campo del uranio metálico enriquecido.
La AIEA también ha afirmado que este es el tercer paso de un plan de cuatro pasos de la República Islámica, que, según el Gobierno iraní, tiene como objetivo desarrollar combustible para un reactor de investigación. El cuarto paso incluye la producción de una placa de combustible.
¿Para qué sirve el material?
Irán ya había informado a la AIEA de su plan para producir combustible a base del uranio metálico, aseverando que este proyecto persigue fines pacíficos y no tendrá implicaciones militares. La medida pondrá técnicamente al país en la lista de líderes en el campo de la producción de nuevos combustibles.
Ante la salida ilegal de Estados Unidos del pacto nuclear en 2018 y la reimposición de las sanciones, así como ante la pasividad de los europeos, Irán empezó en mayo de 2019 a reducir gradualmente sus compromisos estipulados en el convenio, de nombre oficial Plan Integral de Acción Conjunta (PIAC o JCPOA, por sus siglas en inglés).
A principios de enero pasado, Irán comenzó a inyectar gas en las centrifugadoras de la planta nuclear de Fordo (centro), con lo que volvió a enriquecer uranio al 20 %, y aseguró que tiene la capacidad para enriquecer fácilmente uranio en cualquier porcentaje, incluso por encima del 40, 60 y 90 %.
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