Siete años después del inicio de las exhaustivas investigaciones, este miércoles se publica el esperado informe de Chilcot, cuya comisión de investigación preside el exfuncionario británico John Chilcot. El informe pretende dar su veredicto sobre la actuación del Gobierno británico antes y durante la invasión de Irak por EE.UU. y sus aliados, incluido el Reino Unido, en 2003-2011.
El propio Chilcot, asegura que no teme criticar en su informe –12 volúmenes, 2.6 millones de palabras– a aquellos que estuvieron al mando durante la guerra. Sus palabras cobran importancia ya que sobre todo está en el punto de mira el papel del Gobierno de Tony Blair (1997 a 2007) antes y durante la invasión.
Dejé muy claro desde el inicio de la investigación que si nos encontramos con decisiones o comportamientos que merecen ser criticados, no evitaremos hacerlo. Y, de hecho, se han producido más de unos pocos casos en los que nos hemos visto obligados a hacerlo", dijo John Chilcot, quien preside la investigación sobre el papel británico en la guerra de Irak.
"Dejé muy claro desde el inicio de la investigación que si nos encontramos con decisiones o comportamientos que merecen ser criticados, no evitaremos hacerlo. Y, de hecho, se han producido más de unos pocos casos en los que nos hemos visto obligados a hacerlo", dijo Chilcot el martes en una entrevista.
Chilcot señaló que cualquier crítica será apoyada y demostrada con pruebas, y puntualizó que en la investigación –por la que él y su equipo han analizado 150.000 documentos– se ha implementado el más alto estándar posible de riguroso análisis.
De acuerdo con el diario británico The Telegraph, que citó el martes a fuentes cercanas al ex primer ministro, Blair piensa culpar a los "errores de Inteligencia" por su información equivocada sobre las armas de destrucción masiva que alegaron poseía el ejecutado dictador iraquí Saddam Husein, razón por la que iniciaron la guerra.
Blair además puede enfrentarse a un impeachement por parte de los parlamentarios y a acciones legales de las familias afectadas por la invasión y por abuso de poder durante la devastadora guerra que costó la vida a 179 soldados británicos y miles de iraquíes.
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