El exministro de Información de El Líbano, George Kordahi, quien había presentado su dimisión a principios del mes en curso, tras casi dos meses de presiones por parte de Arabia Saudí y ciertos grupos libaneses, concedió el sábado una entrevista exclusiva al canal iraní en idioma árabe Al-Alam.
Kordahi indicó que la razón por la cual decidió renunciar fue “garantizar los intereses nacionales” de El Líbano. “Buscaba una manera de garantizar los intereses nacionales, y al mismo tiempo, conservar mi dignidad. Buscaba mostrar a los que me culparon en todo el mundo árabe, que conozco el concepto de soberanía y dignidad nacionales”, afirmó.
El exministro libanés además dijo que establecer lazos con los países de la región del Golfo Pérsico era otro objetivo de su renuncia, y expresó su esperanza de que con esta medida cambie el estado actual de las relaciones bilaterales entre estos países y El Líbano.
En el mismo sentido, subrayó que renunció tras petición del presidente francés, Emmanuel Macron, cuyo país tiene sus propios intereses comerciales y económicos, así como contratos de miles de millones de dólares con los Estados del Golfo Pérsico.
Kordahi dejó claro que “no ha faltado el respeto a nadie” y que se siente “oprimido” por haber sido forzado tomar esta decisión. “Nosotros no somos hostiles a ninguno de los países árabes del Golfo Pérsico. Al contrario, tenemos relaciones fraternas, basadas en el respeto mutuo y existe una amistad histórica entre nosotros. Sentí opresión hacia mi persona y esto me llevó a renunciar”, expresó.
Al ser preguntado que, si finalmente se rindió, Kordahi respondió que “me rendí al humanismo y al patriotismo. No cedí a nadie”.
El exministro de Información de El Líbano, que dimitió tras criticar en una famosa entrevista la guerra de Arabia Saudí y sus aliados contra Yemen, enfatizó que si vuelve a antes de agosto de 2021, la fecha de la entrevista que provocó la crisis diplomática entre su país y algunos Estados árabes del Golfo Pérsico, repetirá las mismas declaraciones. Consideró que “no dije nada que ofendiera a nadie y hablé de buena fe”.
“No cambiaría nada en mis palabras. Necesitaba explicar cada vez más claramente la guerra de Yemen. Estoy tan interesado en Yemen como en Arabia Saudí o los Emiratos Árabes Unidos. La guerra de Yemen es una guerra de desgaste tanto para este país como para todos los adversarios, así que quiero el fin de esta guerra de 7 años”, defendió.
Mientras tanto, criticó la postura de algunos ministros y políticos que ejercieron presión sobre él exigiendo su dimisión, para obtener el visto bueno de Arabia Saudí. Dijo que este asunto le molestó.
Además, condenó la guerra mediática en su contra, y dijo que los medios que le atacaron tienen mucho potencial y están financiados. “Les digo que estoy orgulloso de mis puntos de vista. Muchos me criticaban por expresar mi postura. Pero he expresado mi opinión y estoy orgulloso de ello […] Hoy pagué el precio de mi punto de vista sobre Yemen, del que estoy orgulloso”, recalcó.
La dimisión del ministro libanés tuvo lugar tras el aumento de tensiones entre Riad y Beirut, a raíz de unas declaraciones virales de Kordahi, cuando aún no ocupaba el cargo, en las que exigió poner fin a la guerra de Yemen, describiendo como “inútil” la contienda bélica de casi siete años impuesta por Arabia Saudí y sus aliados contra el país devastado por la guerra.
En reacción, Riad, además de exigir la salida del embajador libanés, Fawzi Kabara, prohibió todas las importaciones de El Líbano, así como el viaje de los ciudadanos saudíes al territorio libanés.
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