En Minudasht, provincia de Golestán, el cuidado de los gusanos de seda y la costura tradicional forman parte de la vida cotidiana. Una mujer recuerda cómo su madre criaba los gusanos, convertía los capullos en hilo y cosía ropa tradicional para familias de lugares cercanos y lejanos.
Ese conocimiento fue transmitido a hijas, primas, hermanas y nietas. Prendas como el Kolayé, el chaleco y las mangas decoradas con monedas no solo se usan en celebraciones, sino que reflejan identidad y continuidad cultural.
Hoy, ese arte sigue vivo: desde la confección de ropa tradicional hasta la preparación de prendas para momentos importantes de la vida, la seda sigue siendo un hilo que une generaciones en Golestán.
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