La revista local Newsweek, citando este domingo los resultados de una encuesta realizada por PerryUndem, ha puesto de relieve que la mayoría de los estadounidenses están preocupados de que el cierre del gobierno en curso haga que las familias se salten comidas debido a las demoras en realizar los pagos a través del Programa de Asistencia Nutricional Suplementaria (conocido como SNAP, por sus siglas en inglés).
Según el sondeo, realizado entre el 31 de octubre y el 2 de noviembre, casi el 77 % de los encuestados cree que el cierre del gobierno aumentará el hambre, mientras el 83 % dice que las familias se verán obligadas a saltarse comidas.
Asimismo, la abrumadora mayoría, el 91 %, de los estadounidenses cree que el cierre en curso llevará a que más personas acudan a los bancos de alimentos, que durante semanas, se han movilizado para abastecer los estantes y abrir despensas comunitarias en apoyo a quienes aún no han recibido los beneficios del programa SNAP.
Según el informe, casi el 75 % de los hogares que reciben SNAP viven en o por debajo del umbral de pobreza.
‼️Aquí es EEUU🇺🇸
— HispanTV (@Nexo_Latino) October 26, 2025
🔼Largas filas de gente esperando comida gratuita después del cierre de gobierno, en un país donde más de 1,3 millones de personas se quedaron sin sueldo por la medida adoptada por la Administración Trump.#Trump #governmentshutdown2025 #EEUU pic.twitter.com/Z03uHLGqeg
Debido al cierre del Gobierno federal, el programa de asistencia alimentaria que beneficia a unos 42 millones de estadounidenses corre el riesgo de ser interrumpido. Organizaciones benéficas y voluntarios locales están distribuyendo ayuda alimentaria de emergencia para apoyar a los afectados.
Han transcurrido unos 40 días desde el cierre del gobierno federal en Estados Unidos, y republicanos y demócratas aún no han logrado poner fin al estancamiento político en torno a la aprobación del presupuesto.
El SNAP suspendió la distribución de ayuda alimentaria después de que el gobierno acudiera a la Corte Suprema para revertir una orden judicial que lo obligaba a financiar el programa a través de las reservas de emergencia durante el cierre del Gobierno, argumentando que no puede ejecutar fondos mientras el Congreso no los haya asignado.
El confinamiento no solo ha privado de ayuda alimentaria a quienes la necesitan, sino que también ha provocado la cancelación de numerosos vuelos y servicios públicos, así como la propagación del desempleo, la pobreza y el hambre en Estados Unidos.
La crítica situación ha provocado protestas en todo el país, con los manifestantes exigiendo el “fin del régimen fascista” del presidente Donald Trumo, al que muchos acusan de “dictadura”.
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