• El presidente de EE.UU., Donald Trump, durante una ceremonia de graduación de la academia militar de West Point (Nueva York), 13 de junio de 2020. (Foto: AP)
Publicada: domingo, 14 de junio de 2020 7:17

Donald Trump se desmarca de la política exterior de anteriores Administraciones y dice que no es deber de EE.UU. resolver conflictos antiguos en tierras lejanas.

“Estamos terminando la era de guerras interminables”, expresó el sábado el presidente estadounidense durante la ceremonia de graduación de cadetes de la academia militar de West Point (Nueva York), asegurando que, en su lugar, existirá “un enfoque renovado y claro para defender los intereses vitales de EE.UU.”.

El 5 de junio, Trump ordenó al Departamento de Defensa (el Pentágono) que procediera a la retirada de 9500 de sus tropas de Alemania y redujera el número de militares desplegados allí.

No obstante, además de recalcar que su país no es “la Policía del mundo”, alegó que “no es el deber de las tropas estadounidenses resolver conflictos antiguos en tierras lejanas de las que mucha gente nunca ha oído hablar”.

De ahí que anunció la restauración de los principios fundamentales de que “el trabajo del soldado estadounidense no es reconstruir naciones extranjeras”, sino defender “firmemente” a su pueblo ante los enemigos extranjeros.

 

Trump hizo estas declaraciones mientras su país lleva años empantanado en conflictos armados a lo largo del mundo. El pasado mayo, el Gobierno estadounidense bloqueó en el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas (CSNU) la votación de una resolución que llamaba al cese de las hostilidades en el orbe durante el coronavirus, aparentemente debido a una mención implícita a la Organización Mundial de la Salud (OMS).

Las guerras se han convertido para los estadounidenses en telas de araña: no logran ganarlas del todo, no quieren perderlas, y no consiguen acabarlas. Washington lleva 19 años atrapado en Afganistán y solo dos menos en Irak. También tiene abiertos frentes en Siria, Libia y Yemen.  

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