Con 56 votos a favor y 41 en contra, la Cámara Alta del Congreso de EE.UU. ha optado por poner fin al apoyo militar del Departamento estadounidense de Defensa (el Pentágono) a la guerra liderada por Arabia Saudí y sus aliados contra Yemen.
La medida da un plazo de 30 días al presidente estadounidense, Donald Trump, para que retire las tropas de EE.UU. que haya en Yemen, salvo las que estén destinadas a combatir contra el grupo terrorista Al-Qaeda.
No obstante, esta votación fue en gran medida simbólica puesto que la Cámara de Representantes no abordará el asunto hasta el próximo enero, y al mismo tiempo, Trump amenaza con vetar la referida resolución.
Esta histórica votación se produce en medio de la indignación internacional por el papel de Riad en el asesinato —el pasado 2 de octubre— del periodista Jamal Khashoggi en el consulado de Arabia Saudí en la ciudad turca de Estambul.
Aun así, el inquilino de la Casa Blanca sigue defendiendo el comercio con Riad y hace caso omiso a los crímenes saudíes en el país más pobre del mundo árabe o el caso del asesinato del crítico periodista saudí Jamal Khashoggi.
Los apoyos logísticos y armamentísticos de EE.UU. a Arabia Saudí provocan críticas a nivel mundial, ya que la intervención militar de Riad ha sumido a los yemeníes en una situación catastrófica, dejando más de 11 000 muertos y cerca de 23 000 heridos, de acuerdo con el último balance ofrecido por el Ministerio de Sanidad de Yemen.
Por su parte, las autoridades yemeníes denuncian el respaldo de EE.UU. y otros países occidentales a la agresión de Arabia Saudí y de sus aliados regionales —iniciada en marzo de 2015—, y afirman que si no fuera por el apoyo del Occidente a Riad no habría habido guerra en su país.
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