En esta calle quedó tirado el cuerpo sin vida de Jesse Romero, un joven de 14 años de edad. Hoy sólo quedan veladores y mensajes de protesta ya que la policía dice que el joven, luego de una corta persecución a pie, disparó contra ellos con un revólver.
La controversia surge luego de que, de acuerdo al reporte oficial de la Policía de Los Ángeles (LAPD, por sus siglas en inglés), el menor portaba una pistola con la que abrió fuego contra los oficiales. Algo que los abogados de la familia refutan con dos fotografías que muestran el cuerpo de Jesse Romero de un lado de una reja, y lo que ellos dicen que es una pistola del otro lado.
Y de acuerdo a los abogados, una póliza del departamento podría estar violando los derechos del menor baleado incluso después de muerto.
Quienes conocían a Jesse Romero no dan crédito a lo ocurrido. Hay también quienes se mantienen al margen y solo exigen transparencia en la investigación.
Entre la controversia y el dolor de la pérdida humana, sobre todo de un menor de 14 años, esta comunidad se encuentra con los sentimientos fracturados.
La batalla legal apenas empieza en este controversial tiroteo que involucra a la policía y a un joven de 14 años de edad. Y aunque ya pasaron varios días, la madre del difunto no ha podido ver el cadáver de su hijo. La policía dice que la investigación continúa.
Víctor Cordero, Los Ángeles.
mhn/ktg/msf
