Son la mejor prueba de lo que tuvo lugar en los centros de detención militares, y su revelación ayudaría al público a entender mejor las implicaciones de algunas de las políticas de la Administración de (el expresidente estadounidense George) Bush”.
El juez estadounidense Alvin Hellerstein dio el viernes al Gobierno un plazo de 60 días para decidir si se deben publicar las fotos inquietantes o apelar a una orden para hacerlo.
Al respecto, el portavoz del Pentágono, el teniente coronel Myles Cagginas III declaró que están estudiando la sentencia y anunciarán su respuesta a la corte en un futuro cercano.
El Gobierno norteamericano está involucrado en el caso desde 2004, cuando la Unión Americana por las Libertades Civiles (ACLU, por sus siglas en inglés) demandó la publicación de las fotos de los actos de tortura bajo la Ley de Libertad de Información (FOIA, por sus siglas en inglés).
“Son la mejor prueba de lo que tuvo lugar en los centros de detención militares, y su revelación ayudaría al público a entender mejor las implicaciones de algunas de las políticas de la Administración de (el expresidente estadounidense George) Bush”, ha subrayado el subdirector legal de la ACLU.
En 2004, la publicación de imágenes perturbadoras que pusieron de relieve los abusos en la cárcel de Abu Ghraib, provocó la condena internacional a la forma en que los militares norteamericanos trataban a los detenidos.
La Administración del actual presidente de EE.UU., Barack Obama, que ha apoyado al informe controversial del Senado sobre las torturas de la Agencia Central de Inteligencia de Estados Unidos (CIA, por sus siglas en inglés), ha alegando que difundir las fotos de los abusos incitará ataques contra los soldados estadounidenses que están todavía en Irak.
Por primera vez, Hellerstein urgió en 2005 a la Casa Blanca a publicar las fotos, pero permanecieron clasificadas dado que el Congreso mantuvo su preocupación sobre la seguridad nacional del país tras la publicación de las fotos.
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