“Teniendo en cuenta las previsiones continuas y la prioridad asignada al sector aeroespacial y de misiles, durante los últimos veinte años se han diseñado y ejecutado medidas operativas para la protección de los complejos de misiles y los centros de almacenamiento de municiones”, dijo el general de brigada Qolamreza Yalali, en una entrevista televisada transmitida el sábado por la noche.
Conforme al titular de la Organización de la Defensa Pasiva de Irán, “la amenaza de guerra ha estado presente desde el inicio de las actividades [nucleares y de misiles del país]y, en función del escenario de amenazas, se decidió diseñar instalaciones nucleares sensibles en ubicaciones seguras y subterráneas”.
Dada la ubicación de dichas instalaciones bajo montañas y a cientos metros de la profundidad de tierra —detalló— “estas instalaciones de misiles y sus depósitos permanecieron intactos durante la guerra de 12 días; solo en algunas zonas de entrada o salida pudieron producirse daños menores, los cuales son reparables”, matizó.
El conflicto de 12 días estalló el 13 de junio, cuando Israel lanzó una agresión sin motivo contra el país persa, atacando instalaciones militares, nucleares y civiles en Teherán y otras ciudades, lo que dejó 1069 muertos.
A los ataques israelíes se unió una semana después Estados Unidos, bombardeando tres sitios nucleares iraníes clave: Isfahán, Natanz y Fordo. Irán respondió las agresiones y obligó a los agresores a aceptar un alto el fuego el 24 de junio.
El general de brigada Yalali recordó que, durante la guerra y el ataque estadounidense a las instalaciones nucleares, “algunos informes extranjeros reflejaron el enfrentamiento entre las bombas anribúnker y la ingeniería del hormigón iraní, lo cual representaba una interpretación simplista de los diseños basados en la ingeniería de defensa pasiva”.
Cuestionó además las afirmaciones de las autoridades estadounidenses de haber destruido las instalaciones nucleares iraníes, agregando que “la mayoría de los detalles permanecen clasificados”.
Preparación para ataques a instalaciones nucleares
En otra parte de la entrevista, el general de brigada Yalali sostuvo que las autoridades del país habían evaluado una probabilidad del 100 % de un ataque a instalaciones nucleares, razón por la cual se desarrolló el plan “Mártir Fajrizade” para contrarrestar esa posible agresión tras la operación ‘Verdadera Promesa II’, lanzada en octubre de 2024 contra Israel. “El objetivo de este plan era el entrenamiento específico y la definición de las responsabilidades de los oficiales”, agregó
Señaló también que las autoridades realizaron simulacros de campo en las instalaciones nucleares de Fordo, Natanz e Isfahán, así como en las ciudades de Qom, Isfahán y Kashan, para mejorar la preparación operativa y la coordinación entre los distintos organismos.
Describió tales simulacros como“eficaces”, explicando que, “antes del ataque[estadounidense-israelí de junio], se evacuaron los tanques de amoníaco y cloro, se redujeron las actividades y se reubicó el equipo”.
En este sentido, indicó que, tras los bombardeos estadounidenses,“las mediciones radioactivas y las inspecciones de campo demostraron que no existía contaminación nuclear y que la situación estaba completamente bajo control”.
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