Mediante una entrevista con la revista alemana Stern, el portavoz del Ministerio de Exteriores iraní, Esmail Baqai, ha enfatizado este domingo que “Irán no renunciará a sus derechos nucleares bajo presión” y ha dicho que Europa debe rendir cuentas por violar el derecho internacional, esto último en referencia a las sanciones europeas que Teherán considera ilegales según la Resolución 2231 de la ONU.
“Si se cree que Irán puede ser presionado para renunciar a sus derechos, este camino no llevará a ningún resultado. Incluso si antes de la guerra (de 12 días provocada por Israel en junio) pensaban que podían obligar a Irán a ceder, ahora eso es absolutamente imposible”, ha declarado el vocero persa.
Baqai al destacar la “buena fe” de Irán en las negociaciones nucleares, ha señalado que la “retirada unilateral de EE.UU. del acuerdo nuclear o Plan Integral de Acción Conjunta (PIAC o JCPOA, por sus siglas en inglés) y el incumplimiento europeo de sus obligaciones” han erosionado la confianza.
“La próxima ronda de negociaciones será diferente a las anteriores, pues existe una profunda y seria brecha de confianza entre Irán y los tres países europeos. Aquí no hablo de Irán y EE.UU., porque el nivel de desconfianza entre Teherán y Washington es incluso inferior a cero. Por supuesto, no fue Irán quien generó esta desconfianza. En mi opinión, los tres países europeos tienen una gran deuda con el pueblo iraní en este aspecto”, ha sostenido.
De acuerdo con Baqai, en las últimas dos décadas, Irán ha mantenido su compromiso con la diplomacia y el diálogo como la “vía civilizada y basada en el derecho internacional” para resolver disputas.
Sin embargo, ha destacado que el ataque israelí de junio ocurrido en medio de un proceso diplomático envió un mensaje claro: “hoy no debe quedar duda alguna sobre la buena fe y seriedad de Irán para abordar cualquier preocupación real o alegada sobre el carácter pacífico de su programa nuclear”.
“La verdad es que quienes buscan la guerra y atacar a Irán no están preocupados por su programa nuclear, sino que lo usan como pretexto para avanzar sus objetivos políticos y militares”, ha afirmado.
Asimismo, ha citado la fatwa (decreto religioso) del Líder de la Revolución Islámica, el ayatolá Seyed Ali Jamenei, que prohíbe la fabricación de armas de destrucción masiva, incluidas las armas nucleares, como “prueba irrefutable” del carácter pacífico del programa nuclear iraní.
“Esta fatwa no es solo teórica, sino que la hemos demostrado en la práctica. Durante los ocho años de la guerra impuesta por Sadam Husein, que contó con el apoyo total de las potencias occidentales, Irán nunca utilizó armas de destrucción masiva, a pesar de ser víctima de ataques químicos”, ha indicado Baqai.
El 13 de junio, Israel lanzó una agresión sin motivo alguno contra Irán, en flagrante violación del derecho internacional, la Carta de las Naciones Unidas y el Tratado de No Proliferación Nuclear (TNP). La ofensiva apuntó objetivos selectivos e indiscriminados, por lo que fueron martirizados numerosos comandantes militares de alto rango, científicos nucleares y civiles inocentes.
Casi una semana después, Estados Unidos se sumó al conflicto, bombardeando tres instalaciones nucleares iraníes, en un supuesto intento de impedir el desarrollo del programa nuclear pacífico iraní.
En respuesta, las Fuerzas Armadas iraníes atacaron con cientos de misiles y drones sitios estratégicos en los territorios ocupados, así como la base aérea de Al-Udeid en Catar, la mayor base militar estadounidense en Asia Occidental.
El 24 de junio, Irán, mediante sus exitosas operaciones de represalia contra el régimen israelí y Estados Unidos, logró detener el asalto ilegal, imponiendo un alto el fuego a los agresores.
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