En una entrevista especial concedida a la cadena estadounidense Fox News, el ministro de Asuntos Exteriores iraní, Seyed Abás Araqchi, ha afirmado que “Irán no renunciará a su programa de enriquecimiento de uranio. Esta capacidad es el resultado del sacrificio de los científicos iraníes y, ahora más que nunca, se ha convertido en un motivo de orgullo nacional. La capacidad de enriquecimiento de uranio de Irán es muy importante para nosotros”.
Araqchi ha declarado también que debido al daño causado por el ataque de EE.UU., el programa de enriquecimiento de uranio de Irán se ha detenido: “Nuestras instalaciones han sufrido graves daños. La Organización de Energía Atómica de Irán está realizando su propia evaluación de la gravedad de los daños, pero, hasta donde sé, son muy graves”, ha señalado.
En respuesta a una pregunta sobre el acceso de Irán a sus reservas de uranio enriquecido, Araqchi ha sostenido que él no tiene información precisa sobre este asunto y que la Organización de Energía Atómica de Irán (OEAI) es responsable del caso y ya está evaluando los daños y los materiales nucleares de Irán.
El 23 de junio, el régimen de Israel lanzó ataques agresivos contra objetivos militares y civiles iraníes, que llevaron al martirio de varios comandantes y civiles inocentes.
Tras estas agresiones, Estados Unidos se unió a la campaña criminal sionista y bombardeó tres instalaciones nucleares iraníes, y posteriormente el presidente estadounidense, Donald Trump, afirmó que había causado graves daños a esas instalaciones y las había destruido por completo.
Los agresivos ataques de Estados Unidos y el régimen sionista a la integridad territorial y la soberanía nacional de Irán ocurrieron en medio de las negociaciones indirectas entre Teherán y Washington sobre un acuerdo para limitar el programa nuclear iraní y levantar las sanciones contra el país persa.
Teherán ha dejado claro que no es la parte que incumplió las obligaciones asumidas en virtud del acuerdo nuclear de 2015, más conocido como el Plan Integral de Acción Conjunta (PIAC o el JCPOA, por sus siglas en inglés), y que tampoco abandonó la mesa de diálogo. Sin embargo, fue atacado por parte de Israel y EE.UU., en clara violación del derecho internacional y la Carta de la ONU.
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