“Una guerra ocurre donde no hay preparación. Por lo tanto, mientras las Fuerzas Armadas de la República Islámica de Irán mantengan un nivel adecuado de preparación en términos de entrenamiento, equipamiento y moral, el enemigo nunca tendrá la capacidad de amenazar ni atacar”, ha afirmado este viernes el comandante adjunto del Ejército de Irán para Asuntos de Coordinación, Habibolá Sayari, durante su visita a la Universidad de Oficiales Imán Ali en Teherán, la principal academia militar del país.
Asimismo, ha declarado que la paz y la estabilidad duraderas solo se logran mediante la fuerza, la preparación y la disuasión, señalando que las fuerzas armadas iraníes, bien preparadas y dedicadas, prevalecerán en cualquier confrontación, y ha enfatizado su compromiso con la defensa de la soberanía y los valores de la nación.
El alto comandante ha descrito “la preservación de la integridad territorial, la salvaguarda de la independencia y la protección de la República Islámica” como las principales responsabilidades del Ejército.
Ha señalado que todas las actividades, el entrenamiento y los programas del Ejército se basan en estos tres principios rectores e instó al personal a respetarlos en toda circunstancia.
Además, ha destacado que las fuerzas armadas iraníes han mejorado continuamente sus capacidades en áreas críticas, como el entrenamiento, la tecnología y la moral, para cumplir de manera más efectiva sus misiones.
Sayari ha considerado que fortalecer las competencias profesionales y modernizar el equipamiento conforme a las amenazas emergentes ha sido esencial para mantener la disuasión y la eficacia militar.
También ha señalado que la fortaleza del Ejército se ha basado en “la fe, la perspicacia y la adhesión a las directrices del Líder de la Revolución Islámica de Irán, el ayatolá Seyed Ali Jamenei”, quien ha instado de manera constante a impulsar las capacidades de defensa del país.
“Mientras estos principios se institucionalicen en las fuerzas armadas, ninguna amenaza podrá socavar la seguridad y la independencia del Irán islámico”, ha afirmado.
La guerra de 12 días estalló el 13 de junio, cuando Israel lanzó una agresión flagrante y no provocada contra Irán, atacando infraestructuras civiles, militares y nucleares del país, lo que dejó cientos de mártires, incluyendo altos mandos militares, científicos nucleares y civiles. Más de una semana después, Estados Unidos se sumó a la ofensiva, bombardeando tres sitios nucleares clave del país.
En represalia a las agresiones, las Fuerzas Armadas iraníes atacaron sitios estratégicos en los territorios ocupados palestinos, así como la base aérea de Al-Udeid en Catar, la mayor instalación militar estadounidense en Asia Occidental, en el marco de la operación “Verdadera Promesa III”, lo que obligó a los agresores a aceptar un alto el fuego el 24 de junio.
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