Este viernes ha arrancado la segunda fase de las maniobras militares ‘Eqtedar’ de la Fuerza Naval del Cuerpo de Guardianes de la Revolución Islámica (CGRI) de Irán en el Golfo Pérsico, la zona marítima de Nazeat (las islas Bu Musa, Tonb Mayor y Tonb Menor), el estrecho de Ormuz y el mar de Omán.
Esta etapa del simulacro ha comenzado con el lanzamiento de una andanada de misiles balísticos como ‘303’ y misiles de crucero de largo alcance como Qadr-380, Qadr-110 y Qadir, desde diferentes puntos del interior del país.
Todos los misiles han alcanzado de manera simultánea y con alta precisión los objetivos previamente designados en el mar de Omán, según informa la agencia iraní de noticias IRIB.
De forma paralela al lanzamiento de los misiles, agrega el informe, aviones no tripulados (drones) de ataque también han llevado a cabo ataques contra bases simuladas del enemigo, logrando destruirlas con éxito.
Asimismo, en esta fase del ejercicio, los sistemas de defensa aérea instalados en los buques han realizado maniobras para interceptar objetivos aéreos que simulaban ataques contra embarcaciones de alta velocidad y la costa iraní.
Uno de los principales objetivos de estos ejercicios es la evaluación de la resistencia de los sistemas de combate y la capacidad de contrarrestar la guerra electrónica del enemigo en un entorno bélico simulado.
En cuanto a la capacidad de combate de la Armada del Cuerpo de Guardianes, el general de división Mohamad Pakpur, comandante en jefe del CGRI, ha destacado que esta fuerza “está equipada con todas las armas necesarias para el combate marítimo”.
Por su parte, el general de brigada Alireza Tangsiri, comandante de la Fuerza Naval del CGRI, ha subrayado que durante los ejercicios ‘Eqtedar’ los misiles balísticos y de crucero de esta fuerza fueron sometidos a pruebas en conformidad con los protocolos de defensa pasiva.
En la primera fase del simulacro, llevada a cabo el jueves, “las unidades navales trasladaron un mensaje decisivo, tras emitir advertencias a los buques estadunidenses presentes en la región”, según medios locales.
El ejercicio transmite un doble mensaje: paz y amistad a los países vecinos y una clara advertencia a los enemigos de que cualquier error de cálculo enfrentará una respuesta decisiva.
Irán insiste en que los países litorales del Golfo Pérsico son capaces de asegurar esta región estratégica y considera que la presencia continua y las acciones provocadoras de fuerzas militares extrarregionales son la principal fuente de inseguridad, creando un entorno volátil donde la amenaza de conflicto es constante.
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