Los terroristas habían entrado en Irán desde la región del Kurdistán iraquí con el objetivo de llevar a cabo este sábado un ataque armado en la ciudad de Saqqez en la provincia iraní del Kurdistán (oeste), informó la agencia de noticias local Tasnim.
Las fuerzas de seguridad iraníes frustraron el complot y arrestaron a cuatro terroristas.
También se confiscaron a los terroristas armas y equipos, incluidos rifles Kaláshnikov, pistolas, escopetas de caza, dos conjuntos de uniformes de las fuerzas militares iraníes y varias armas blancas.
El descubrimiento de los uniformes de las fuerzas militares iraníes muestra que los terroristas habían tramado un complot para disparar contra la gente y acusar a las fuerzas del orden iraníes del acto criminal.
Los grupos terroristas con sede en la región del Kurdistán iraquí han llevado a cabo varios ataques dentro de Irán simultáneamente con los disturbios de 2022 en el país.
El mes pasado, el comandante en jefe del Cuerpo de Guardianes de la Revolución Islámica (CGRI) de Irán, el general de división Hosein Salami, advirtió sobre un nuevo complot de los enemigos para provocar una nueva ola de disturbios en el país en el aniversario de los disturbios que estallaron en otoño de 2022 tras la muerte de la mujer iraní Mahsa Amini, de 22 años, ocurrido el 16 de septiembre del año pasado en un hospital, después de desplomarse en una estación de policía en Teherán, la capital.
“El enemigo tiene la intención de sembrar la sedición una vez más en el aniversario” de los disturbios del año pasado, afirmó Salami.
Sin embargo, enfatizó que la preparación y vigilancia de la nación iraní frustrarían cualquier intento de este tipo y dijo que las medidas preventivas son la mejor estrategia para frustrar el plan del enemigo.
Las autoridades iraníes consideran los actos vandálicos del año pasado como parte de un plan diseñado y financiado desde EE.UU., Israel y varios países europeos para desestabilizar el país persa y derrocar el sistema de República Islámica.
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