• El canciller cubano, Bruno Rodríguez, se dirige a la principal sesión anual del Consejo de Derechos Humanos de la ONU en Suiza. 25 de febrero de 2020. (Foto: AFP)
Publicada: lunes, 7 de septiembre de 2020 21:50
Actualizada: lunes, 7 de septiembre de 2020 22:59

El canciller de Cuba enfatiza la necesidad de mantener la paz en América Latina para encarar los esfuerzos de EE.UU. de imponer su Doctrina Monroe en la región.

En un mensaje publicado este lunes en su cuenta de Twitter, el ministro de Asuntos Exteriores de Cuba, Bruno Rodríguez, ha recordado la Proclama de América Latina y el Caribe como Zona de Paz, firmada en enero de 2014 por los Gobiernos de la región, en la que se comprometen a solucionar sus diferencias de forma pacífica con el fin de desarraigar el uso de la fuerza en la zona.

El documento, ha señalado el canciller cubano, se basa principalmente en “observar los principios de soberanía nacional, la igualdad de derechos y la libre determinación de los pueblos”.

Rodríguez también ha llamado a los países de América Latina y el Caribe a “respetar nuestros compromisos” como la única vía para enfrentar los planes del Gobierno de Estados Unidos, presidido por Donald Trump, fundamentados en la llamada la Doctrina Monroe.

El jefe de la Diplomacia cubana se refiere a la doctrina del presidente estadounidense James Monroe, planteada en 1823, para enfrentar el colonialismo europeo en el continente americano, que se resume en una frase: “América para los americanos”; no obstante, después, Washington la empleó para justificar su intervención en los países de la región.

 

De acuerdo con la mencionada proclama de paz, los Estados ratifican su responsabilidad de no intervenir, directa o indirectamente, en los asuntos internos de otros, y se comprometen a fomentar relaciones de amistad y cooperación, independientemente de las diferencias entre sus sistemas políticos, económicos y sociales o sus niveles de desarrollo.

Sin embargo, varios países latinoamericanos son blanco de las medidas hostiles de EE.UU., entre ellos, Cuba que enfrenta una serie de sanciones económicas, que no permiten a la isla desarrollar sus potenciales.

La hostilidad hacia La Habana se multiplicó tras la llegada de Trump a la Casa Blanca en 2017 y se agravó desde el comienzo de la pandemia del nuevo coronavirus, causante de la COVID-19, obstaculizando el acceso a medicamentos y equipos necesarios para hacer frente a esta crisis sanitaria.

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