• El presidente de Cuba, Raúl Castro (dcha.), y la expresidenta de Brasil, Dilma Rousseff, reunidos en una foto de recuerdo.
Publicada: jueves, 1 de septiembre de 2016 7:12

Cuba al igual que otros países latinoamericanos, se une al rechazo y repudia enérgicamente lo que denomina ‘un golpe de Estado parlamentario-judicial’.

Mediante un comunicado oficial, Cuba repudió el miércoles de manera enérgica el "golpe de Estado parlamentario-judicial" contra la presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, quien fue destituida el miércoles con 62 votos a favor y 20 en contra en el Senado brasileño.

Su exvicepresidente Michel Temer asumió el poder como nuevo mandatario hasta enero de 2019.

El Gobierno cubano dijo además que lo considera, un "acto de desacato" a la voluntad soberana del pueblo brasileño que reeligió a Rousseff, del izquierdista Partido de los Trabajadores (PT), en 2014 con 54 millones de votos.

De acuerdo con el sitio Cuba Debate, el Gobierno presidido por Raúl Castro, sostiene además, que la medida se aplicó "sin que se presentara ninguna evidencia de delitos de corrupción ni crímenes de responsabilidad".

Cuba ratifica su solidaridad con la presidenta Dilma y el compañero Lula, con el Partido de los Trabajadores, y expresa su confianza en que el pueblo brasileño defenderá las conquistas sociales alcanzadas, se opondrá con determinación a las políticas neoliberales que intenten imponerle y al despojo de sus recursos naturales", expresa el documento emitido por el Gobierno de Cuba.

"Cuba ratifica su solidaridad con la presidenta Dilma y el compañero Lula, con el Partido de los Trabajadores, y expresa su confianza en que el pueblo brasileño defenderá las conquistas sociales alcanzadas, se opondrá con determinación a las políticas neoliberales que intenten imponerle y al despojo de sus recursos naturales", señaló la declaración.

De acuerdo con el documento, la derrota del Acuerdo de Libre Comercio para las Américas (ALCA), la convocatoria a la Cumbre de América Latina y el Caribe sobre Integración y Desarrollo que llevó a la creación de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac), y la constitución de la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur), son acontecimientos trascendentales en la historia más reciente de la región que demuestran el protagonismo del país suramericano.

También señala que lo ocurrido en Brasil es "otra expresión de la ofensiva del imperialismo y la oligarquía contra los gobiernos revolucionarios y progresistas de América Latina y el Caribe, que amenaza la paz y la estabilidad de las naciones".

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