Colombianos de todos los estamentos sociales realizaron el domingo masivas marchas antigubernamentales en diferentes ciudades del país, por ejemplo, en Bogotá (la capital), Medellín (noroeste) y Cali (suroeste), para exigir un cambio de rumbo al Gobierno del presidente Iván Duque.
En Bogotá, decenas de indígenas se adhirieron a la movilización en un parque central de la capital, donde coreaban “viva el paro nacional”, como llaman a este movimiento de protesta.
“Seguimos en un cacerolazo […] fundamentalmente porque el Gobierno de Iván Duque no ha tenido la voluntad política de sentarse con los promotores del paro”, dijo Alejandra Sánchez, líder estudiantil y miembro del Comité Nacional del Paro (integrado por sindicatos, estudiantes, indígenas y comunidades afroamericanas), en declaraciones a la agencia francesa de noticias AFP.
Las protestas estallaron en Colombia el 21 de noviembre debido al descontento popular por las severas políticas socioeconómicas de Duque.
Seguimos en un cacerolazo […] fundamentalmente porque el Gobierno de Iván Duque no ha tenido la voluntad política de sentarse con los promotores del paro”, dijo Alejandra Sánchez, líder estudiantil y miembro del Comité Nacional del Paro (integrado por sindicatos, estudiantes, indígenas y comunidades afroamericanas).
De hecho, el deterioro de las pensiones y los salarios, la perenne situación de violencia que vive el país —más de 160 dirigentes sociales y sindicales han sido asesinados en lo que va de año— y los esfuerzos del Gobierno para modificar el Acuerdo de Paz suscrito con la extinta guerrilla Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) en 2016, son las principales causas de las protestas.
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En medio de las masivas marchas, el mandatario colombiano ordenó la semana pasada un mayor despliegue del Ejército y de la Policía en el país. Los agentes militares y policiales han reprimido con dureza dichas manifestaciones, aunque por lo general eran pacíficas.
La represión ejercida por el Gobierno colombiano en las manifestaciones ha dejado al menos cuatro muertos y cientos de heridos y detenidos entre la población civil.
Tal situación ha hecho que los colombianos agreguen una nueva demanda a sus primeras exigencias al Gobierno, es decir, la disolución del Escuadrón Móvil Antidisturbios (Esmad) de la Policía, responsable de reprimir las marchas en Colombia.
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