“El Gobierno de la región administrativa especial china debe seguir esforzándose, acabar con la violencia de acuerdo con la ley y restaurar el orden”, pues la zona se enfrenta a una situación desafiante y sin precedentes, ha dicho Li en su encuentro con Carrie Lam en Pekín.
Carrie Lam, que ya había llamado a seguir trabajando para “acabar con la violencia y detener el caos”, se encuentra desde el sábado Pekín para abordar con las autoridades chinas la grave situación que vive Hong Kong debido a las intensas protestas de los últimos seis meses y su reciente debacle electoral en los comicios locales de noviembre.
Lam tiene previsto reunirse este lunes con el presidente de China, Xi Jinping. Los dos se habían reunido previamente en la ciudad Shanghái a principios de noviembre cuando Xi expresó “alta confianza” en Lam a pesar de las protestas y los resultados electorales.
Según los medios locales, la visita de Lam a Pekín y sus conversaciones con Xi podrían generar nuevas directivas sobre la crisis política de Hong Kong, incluida una posible reorganización del gabinete.
Antes de su viaje, Lam dijo que la primera tarea era frenar la violencia y restablecer el orden, mientras buscaba entablar un mayor diálogo con la gente.
Las manifestaciones comenzaron en junio en contra de un proyecto de ley que autorizaba las extradiciones a la China continental de sospechosos de haber cometido delitos en Hong Kong. Aunque el Gobierno de Hong Kong anunció la retirada definitiva de dicha ley, las marchas continuaron y, en este contexto, Pekín ha indicado que tales hechos están siendo apoyados por Estados Unidos y otros países.
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Más de 6000 personas han sido detenidas desde que las protestas se recrudecieron y al menos el 40 por ciento de los arrestados son estudiantes.
El 8 de diciembre y por primera vez, en dichas manifestaciones, la Policía incautó varias armas, incluidas pistolas y municiones, usadas para “crear caos”.
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