Durante una rueda de prensa, el portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores de China, Lin Jian, ha subrayado este martes que Washington debe asumir un papel central en la reducción del armamento estratégico global. “Estados Unidos debe reducir significativamente su arsenal para crear condiciones que permitan que otros Estados nucleares se sumen a este proceso de desarme”, ha afirmado.
El vocero ha agregado que “Estados Unidos sigue siendo una superpotencia con el mayor arsenal nuclear del mundo, lo que hace urgente que cumpla con sus responsabilidades en este ámbito”.
When asked to comment on a draft report from the US Pentagon claims that China may have already deployed over 100 intercontinental ballistic missiles in its three newest missile silo fields and shows no willingness to engage in arms control negotiations, Chinese Foreign Ministry… pic.twitter.com/vRvfF6qLyr
— Global Times (@globaltimesnews) December 23, 2025
Estas declaraciones se producen tras un informe preliminar del Departamento de Defensa de Estados Unidos (Pentágono), citado por la agencia británica Reuters, que sostiene que China podría haber instalado ojivas nucleares en más de un centenar de misiles balísticos intercontinentales (ICBM) DF-31 de combustible sólido, desplegados en tres complejos de silos cerca de la frontera con Mongolia.
Al respecto, Lin Jian ha lamentado que Washington “no muestre disposición de entablar negociaciones” sobre el control de armamento y ha calificado de “exageraciones” las acusaciones sobre el supuesto despliegue de misiles por parte de China. Según su criterio, estas afirmaciones forman parte de una estrategia recurrente de Estados Unidos.
“Esta postura”, ha sostenido, “forma parte de la táctica constante de Estados Unidos, diseñada para encontrar excusas y acelerar la modernización de su propia potencia nuclear, socavando así la estabilidad estratégica global”. “La comunidad internacional debería tener una comprensión clara de esto”, ha concluido.
Estas declaraciones se producen en un contexto de creciente tensión entre ambas potencias en torno a la cuestión nuclear. En los últimos años, Estados Unidos ha advertido sobre la expansión del programa estratégico chino, señalando la construcción de nuevos silos de misiles y el fortalecimiento de su capacidad nuclear. Por su parte, China ha defendido que mantiene una política de disuasión mínima y ha acusado a Washington de conservar el mayor arsenal nuclear del mundo y de resistirse a compromisos concretos de reducción, lo que sigue alimentando el debate internacional sobre el equilibrio estratégico y el futuro del desarme nuclear global.
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