“(China y EE.UU. deberían) fortalecer la comunicación y la coordinación en los principales temas internacionales y regionales, incluidos Corea del Norte y Afganistán”, ha dicho el jueves Xi, en una rueda de prensa con su par estadounidense, Donald Trump, quien se encuentra en Pekín (capital de China), en el marco de su gira por Asia.
Uno de los objetivos que busca Trump en Asia es constituir un frente común ante la amenaza que representa Corea del Norte para los intereses de EE.UU. en la región y su territorio continental.
Aunque China aprobó las últimas sanciones del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas (CSNU) contra Corea del Norte y prometió aplicarlas, Washington exige a Pekín que intensifique sus acciones para asfixiar económicamente a Pyongyang.
(China y EE.UU. deberían) fortalecer la comunicación y la coordinación en los principales temas internacionales y regionales, incluidos Corea del Norte y Afganistán”, recalca el presidente chino, Xi Jinping.
“China puede arreglar este problema fácil y rápidamente”, ha dicho, por su parte, Donald Trump, durante la comparecencia ante los periodistas después de que junto a Xi hayan presididos una ceremonia de firma de contratos bilaterales.
Desequilibrio comercial
Como ya no es una sorpresa, el inquilino de la Casa Blanca ha aprovechado el contexto para denunciar el déficit comercial “unilateral e injusto” de su país, si bien, esta vez no ha culpado a China del desequilibrio. En los diez primeros meses del año, el déficit comercial estadounidense con China alcanzó los 223.000 millones de dólares.
“Yo no le reprocho nada a China. Después de todo, ¿quién puede reprocharle a un país que se aproveche de otro para el bien de sus ciudadanos?”, ha dicho Trump tras el acto de la firma de tratados chino-estadounidenses por más de 250 mil millones de dólares.
Sin embargo, ha dirigido su dedo acusador hacia las administraciones de EE.UU. anteriores a Trump que “permitieron que este déficit comercial incontrolable se formara y creciera”. A continuación, ha prometido remediar esta situación, “ya que esto no puede seguir así para nuestras grandes empresas estadounidenses y nuestros grandes trabajadores. Simplemente no es sostenible”, alega.
El jefe de Estado chino, por su parte, ha manifestado que Pekín ha dado la bienvenida a la comunidad empresarial internacional y subraya que la estrategia de su país a largo plazo es “seguir abriéndose”, puesto que “no vamos a estrechar ni a cerrar nuestras puertas. Vamos a seguir abriéndonos más y más”, adelanta.
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