El Ministerio de Asuntos Exteriores tayiko informó el martes de la entrega de un comunicado al embajador estadounidense en Dusambé (capital tayika), John Mark Pommersheim, en el que refuta las declaraciones del presidente Biden por no concordar con “el espíritu de las relaciones amistosas y de colaboración”.
El presidente de EE.UU., Joe Biden, en su visita a una estación de bomberos en Pensilvania con motivo del vigésimo aniversario de los atentados del 11 de septiembre, criticó los debates políticos que existen sobre la retirada de las tropas estadounidenses de Afganistán, que causó caos y violencia en la región.
El mandatario recordó la escena en que afganos desesperadamente intentaron subir a un avión estadounidense en el aeropuerto de Kabul y, cuando el aparato despegó, varias personas cayeron al suelo. Esto, según Biden, podría tener lugar en Tayikistán, donde, adujo, habría muchos que aprovecharían la posibilidad de ir a EE.UU.
“Si estuviéramos en Tayikistán y lleváramos un (avión) C-130 y dijéramos que vamos a dejar que quienes nos hubieran apoyado se suban a este avión, habría gente aferrada al tren de aterrizaje”, subrayó el mandatario norteamericano.
Tayikistán en su nota dirigida a Washington mostró su malestar por las palabras de Biden y la necesidad de mantener una relación con beneficios para ambos países, enfatizando la importancia de una relación basada en el “mutuo apoyo y el mutuo respeto”.
Talibán, que gobernaba en Afganistán desde 1996 hasta 2001, se ha vuelto a hacer con el control de casi todo el país asiático, después de que tomara el 15 de agosto Kabul, sin ninguna resistencia por parte de las fuerzas gubernamentales entrenadas por Estados Unidos y luego de que el ya expresidente Ashraf Qani, un aliado de Washington, huyera del suelo afgano poco antes de la caída de Kabul. El valle norteño de Panjshir, es el último bastión de lucha contra los insurgentes en el país centroasiático.
Cabe indicar que en el momento, el grupo armado Talibán tiene en sus manos avanzados equipos militares estadounidenses, entre ellos helicópteros Black Hawk, A-29 Super Tucano y MD-350, que un día pertenecían a las fuerzas afganas, y otros armamentos que dejaron las tropas extranjeras al entregar sus bases al Ejército afgano.
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