Las tropas del Ejército de Filipinas localizaron el domingo los cadáveres de ocho hombres al borde de una carretera en las afueras de Marawi, en el norte de la sureña isla de Mindanao. A la mayoría les dispararon un tiro en la cabeza, y algunos estaban maniatados.
El día anterior ya habían localizado los cuerpos sin vida de cuatro hombres, tres mujeres y un niño cerca de una universidad en Marawi. Con estas nuevas víctimas, la cifra de muertos en la ciudad de Marawi se eleva a 100 personas, incluyendo al menos a 27 civiles y 61 terroristas.
Según informes, unos 2000 civiles permanecen atrapados en la ciudad mientras los insurgentes de la banda Maute, vinculada al grupo terrorista EIIL (Daesh, en árabe), matan sin piedad a los “traidores” que tratan de huir de la ciudad.
Desde el 23 de mayo, la ciudad de Marawi es escenario de brutales enfrentamientos por el control territorial entre las fuerzas gubernamentales y los terroristas de Maute. El Ejército lanzó el jueves un ataque contra posiciones terroristas para recuperar la ciudad, después de que el presidente Rodrigo Duterte decretara la ley marcial en toda la isla.
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