En un artículo escrito por el analista Yoav Limor, publicado el viernes, el rotativo admite en primer lugar el crecimiento preocupante del número de ciudadanos israelíes que colaboran con los servicios de inteligencia iraní y analiza en segundo lugar las razones detrás de este fenómeno.
El artículo señala que, desde el 7 de octubre de 2023, es decir el inicio de la guerra genocida israelí en la Franja de Gaza, el servicio de espionaje interno de Israel, “el Shin Bet, ha descubierto más de 60 casos de ciudadanos israelíes reclutados para espiar para Irán”.
El autor ha dicho que el Shin Bet y la policía israelí intentan comprender por qué tantos israelíes traicionaron a la entidad hebrea, aceptando trabajar para los servicios de inteligencia iraníes.
En este sentido, el autor explica que las suposiciones iniciales se centraban en que solo “ciudadanos marginados, incluidos inmigrantes recientes sin vínculos familiares ni servicio militar, cuya conexión con Israel seguía siendo débil” aceptaban colaborar con Irán.
Irán logró reclutar a personas de todos los sectores demográficos de Israel
Sin embargo, Limor detalla que “a medida que se multiplicaban los casos, esa teoría se desmoronaba. Irán reclutaba a personas de todos los sectores demográficos: jóvenes y mayores, ricos y con dificultades, urbanos y periféricos, religiosos y laicos, nativos e inmigrantes, mizrajíes y asquenazíes. Decenas de israelíes trabajaban para Teherán a cambio de dinero”.
El analista opina que el actual fenómeno de israelíes que colaboran con Irán “es fundamentalmente diferente y profundamente preocupante, no solo por la gran cantidad de detenidos [y presumiblemente muchos más sin detectar], sino porque indica que algo esencial se ha fracturado”, y este es la confianza de los ciudadanos en las autoridades y la impunidad de la que gozan los responsables del régimen.
El autor ha traído como ejemplo el caso del primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, quien, según el artículo, “convierte su juicio [por los casos de corrupción] en un teatro y solicita indultos [mientras niega su responsabilidad por la catástrofe ocurrida el 7 de octubre bajo su mandato e intenta obstruir las investigaciones legítimas]”.
Conforme a Limor, “cuando los israelíes comunes presencian la traición que emana de la oficina del primer ministro, asimilan el mensaje de que [espiar para Irán] es aceptable”.
Los medios de comunicación israelíes han informado del arresto de decenas de elementos israelíes desde el inicio de la guerra de 12 días impuesta por Israel a Irán en junio, acusados de espionaje para Teherán. A pesar de los intentos de Israel por minimizar este fenómeno, las detenciones ponen de relieve un patrón recurrente de infiltración que socava el mito de la invulnerabilidad israelí.
ftm/tmv
