Gantz, que es el primer ministro suplente del régimen israelí, comunicará a Netanyahu el fin de su acuerdo la próxima vez que se reúnan y se inclina por celebrar elecciones, según informó el martes el diario The Jerusalem Post citando una fuente cercana al líder opositor.
Ambos participaron la misma jornada en una reunión del parlamento para aprobar el acuerdo de normalización de las relaciones con Baréin, pero se ignoraron. Tras esta sesión, Gantz dijo que “elecciones no son lo que se necesita para Israel”, pero para evitar nuevos comicios se necesitan “un presupuesto y un gobierno funcional”.
“Si se cumplen estas condiciones, no serán necesarias elecciones. Si no se cumplen estas condiciones, aparentemente sí, las necesitaremos”, sostuvo, asegurando que su decisión no tardará “mucho más tiempo”.
Sin embargo, el diario Israel Hayom informó el mismo martes que el primer ministro del régimen ocupador de Tel Aviv no tiene intención de comprometer los presupuestos.
Para terminar con la crisis política más larga de la historia del régimen israelí, y después de tres elecciones que no permitieron a ninguno de ellos obtener una mayoría con sus aliados, Netanyahu y Gantz —que tiene que tomar posesión de su cargo como primer ministro el 17 de noviembre— llegaron a un acuerdo para formar una coalición.
No obstante, la crisis continúa: desde hace varios meses los israelíes salen cada sábado a las calles en los territorios ocupados para denunciar la corrupción, el desempleo y la mala gestión de la pandemia del nuevo coronavirus, causante de la COVID-19, por parte de Netanyahu.
Miles de israelíes volvieron el sábado a protestar contra Netanyahu para pedir su renuncia, apuntando a la derrota electoral del presidente estadounidense, Donald Trump, cuya caída ha sido un fuerte golpe para el premier israelí, pues en los últimos cuatro años ha tenido en él a su más estrecho aliado .
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