Diferentes ciudades de los ocupados territorios palestinos han sido escenarios de protestas masivas contra el primer ministro israelí. La mayor concentración de manifestantes ha tenido lugar en Al-Quds (Jerusalén), donde los indignados han marchado hacia una plaza cercana a la residencia oficial de Netanyahu.
Los manifestantes han agitado banderas de color magenta, que se han convertido en un símbolo del movimiento de protestas, y han portado pancartas que decían “salvemos al país combatiendo la corrupción” y “revolución”.
Los participantes en la protesta han remarcado el fracaso de Netanyahu frente al control del nuevo coronavirus, causante de la COVID-19, y sus secuelas económicas. Asimismo, han hecho notar su desacuerdo que el gobierno esté a cargo de una persona, enjuiciada por tres cargos de corrupción: fraude, abuso de confianza y aceptación de sobornos.
Desde hace varios meses, los israelíes salen cada sábado a las calles de Al-Quds y otros puntos de los territorios ocupados para denunciar la corrupción, el desempleo y la mala gestión de la pandemia por parte de las autoridades del régimen, en particular, apuntan a Netanyahu.
Hasta la fecha, los datos oficiales cifran en 314 422 los contagiados con la COVID-19, Sin embargo, unos informes indican que las autoridades israelíes ocultan el número verdadero de los afectados para que la población judía no entre en pánico.
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