Según ha informado el canal de televisión Kan, el jefe del ejército de ocupación israelí, Aviv Kochavi, ha cancelado las discusiones previstas para este domingo y ha ordenado reforzar la presencia militar en la ocupada Cisjordania, especialmente en las zonas donde están localizados los asentamientos ilegales.
De acuerdo con este informe, el propio jefe militar israelí también se ha encargado de supervisar personalmente el refuerzo de las unidades militares en Cisjordania y adoptar todas las medidas necesarias para evitar la furia palestina.
Este despliegue militar tiene lugar la misma jornada en la que el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, y su rival, Benny Gantz, han viajado a Washington D.C. (capital estadounidense), donde el presidente de EE.UU., Donald Trump, planea dar a conocer su llamado ‘acuerdo del siglo’ el martes.
Ante esta medida, algunos destacados líderes palestinos han pedido a la población de Cisjordania que proteste contra el ‘acuerdo del siglo’ tan pronto como este sea revelado por Trump.
Aunque Netanyahu ha calificado de “histórico” el supuesto plan de paz ideado por la Administración de Trump, las autoridades palestinas han advertido este domingo que se retirarán de los Acuerdos de Oslo (1993) si Washington oficializa la citada iniciativa proisraelí.
Los palestinos han avisado, además, que “cualquier trato, intento o dictado que ignore el hecho de que Israel es una potencia ocupante del Estado de Palestina, quedará registrado en la historia como el fraude del siglo”.
Grupos palestinos como el Movimiento de Resistencia Islámica de Palestina (HAMAS) también han considerado esta iniciativa una “agresión” a su pueblo, además de resaltar que el pueblo palestino luchará hasta llegar a su objetivo final, que es la libertad bajo la creencia absoluta en la rectitud de su propósito y capacidad de sacrificio.
Conforme a varios informes, el plan estadounidense niega el derecho al retorno de los refugiados palestinos, limita el acceso de los musulmanes palestinos a la Mezquita Al-Aqsa en Al-Quds (Jerusalén) y otorga a Israel la mayor parte de la fértil área C de la ocupada Cisjordania.
Las posibilidades de que el ‘acuerdo del siglo’ prospere son inexistentes, puesto que los palestinos nunca aceptarán sus condiciones.
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