Desde el inicio de las protestas el pasado 26 de abril, al menos 10 personas han muerto y decenas más han resultado heridas. Cerca de 600 personas han sido detenidas, según la policía.
Los manifestantes han bloqueado varias calles en el suburbio de la capital, Buyumbura, y han voceado consignas contra el jefe de Estado.
La oposición había suspendido las protestas el 2 de mayo para dar tiempo a Nkurunziza a cambiar de opinión. "Hemos comenzado las manifestaciones temprano esta mañana", ha dicho Pacifique Nininahazwe, líder de la sociedad civil.
La policía ha disparado gas lacrimógeno y granadas de aturdimiento para dispersar a los congregantes.
Desde el inicio de las protestas el pasado 26 de abril, al menos 10 personas han muerto y decenas más han resultado heridas. Cerca de 600 personas han sido detenidas, según la policía.

Los grupos de la oposición dicen que la candidatura del presidente viola un acuerdo de paz firmado en el año 2000 en Arusha, Tanzania, que establece un límite de dos mandatos presidenciales.
Los disturbios en Burundi están elevando los temores de un retorno al conflicto, si los grupos rebeldes abandonan los acuerdos que pusieron fin a una sangrienta guerra civil de 12 años en la que 300.000 personas murieron.
El jefe del Estado Mayor del Ejército burundés, el general Prime Niyongabo, prometió el domingo la lealtad de los militares a la cúpula gobernante del país, después de que el ministro de Defensa declarara la neutralidad del Ejército ante los acontecimientos en el país, llamando a poner fin a los ataques contra los derechos de los ciudadanos..
Los militares "siguen siendo y seguirán siendo un Ejército republicano y leal que respeta las leyes y normas de Burundi y las de quienes lo gobiernan.", dijo el general Niyongabo.
No obstante, advirtió sobre los esfuerzos para utilizar el Ejército con fines políticos, pidiendo a los soldados "mantener la calma y la unidad y no ceder a los enfoques políticos."
El sábado, el ministro de Seguridad de Burundi, el general Gabriel Nizigama, prometió emplear mano dura contra los manifestantes a los que acusó de encubrir una “asociación terrorista”. Además, los vinculó con los hombres armados que, el pasado viernes, mataron a dos policías y un civil en la capital.
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