• El portavoz del grupo armado Talibán, Zabiolá Muyahid, habla con la prensa en Kabul, la capital afgana.
Publicada: domingo, 31 de octubre de 2021 6:12
Actualizada: domingo, 31 de octubre de 2021 8:46

El portavoz de los talibanes advierte del riesgo de que el movimiento no sea reconocido al frente de Afganistán y asegura que “podría ser un problema para el mundo”.

El no reconocimiento del movimiento como autoridad legítima en el país centroasiático “podría convertirse en un problema para el mundo”, declaró Zabiolá Muyahid, portavoz de Talibán, durante una rueda de prensa celebrada este sábado en Kabul, la capital afgana.

Nuestro mensaje a EE.UU. es que si la ausencia de reconocimiento continúa, los problemas afganos continuarán, y este problema de la región podría convertirse en un problema para el mundo”, explicó, al tiempo que subrayó que se trata de un derecho del pueblo afgano.

Para el funcionario afgano, la invasión de Afganistán por Estados Unidos en 2001 tras los atentados del 11-S y la guerra entre el grupo armado y el país norteamericano, se debió a la falta de relaciones diplomáticas formales entre ambas partes, pues no había contacto alguno.

“Esos problemas que causaron la guerra podrían haberse resuelto mediante la negociación. También podrían haberse resuelto mediante un compromiso político”, aseveró.

 

Talibán, en el poder desde 1996 hasta 2001, recuperó el control de casi todo Afganistán después de que tomara el 15 de agosto Kabul, sin ninguna resistencia por parte de las fuerzas gubernamentales entrenadas por EE.UU. y luego de que el expresidente Ashraf Qani, un aliado de Washington, huyera del suelo afgano.

Hasta el momento, ningún país ha reconocido formalmente al gobierno del talibán, que se alzaron con el poder el pasado mes de agosto. Mientras el país centroasiático está sumido en una grave crisis económica y humanitaria, miles de millones de dólares en activos y fondos afganos en el extranjero se han congelado.

Sin embargo, altos funcionarios de algunos países sí han mantenido reuniones con los líderes del movimiento tanto en Kabul como en el extranjero. Entre los casos más recientes destacan las conversaciones con los países como Turkmenistán, China y Paquistán.

El colapso de Afganistán ocurrió poco después de que comenzara la fase final de la retirada de las fuerzas de EE.UU., que a la cabeza de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), invadió el país centroasiático en 2001, so pretexto de luchar contra el terrorismo, deponer a Talibán y dar respaldo técnico al Ejército afgano. 

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