El canal de televisión yemení Al-Masirah ha informado que este martes, desde primeras horas, se han registrado repetidos bombardeos aéreos de la llamada coalición saudí contra diferentes sitios en la capital del país y alrededores.
De acuerdo con el medio, los aviones de combate saudíes han lanzado cinco rondas de ataques aéreos contra los barrios de Al-Nahdin y Al-Hafa en el distrito capitalino de Al-Sabeen, así como una incursión en el distrito de Faj Attan en las afueras montañosas de Saná.
Los aviones de guerra saudíes también han ejecutado tres incursiones en el área de Jarban en el distrito de Sanhan de la capital, dos incursiones en el distrito de Arhab, además de destruir la red de telecomunicaciones con dos incursiones en el distrito de al-Hosn en Khawlan. Todavía no hay reporte de posibles bajas en la agresión de este martes.
Estos ataques tienen lugar en momentos en que el servicio de Internet se empezaba a restablecer, tras cuatro días de interrupción en todo el país después de que aviones saudíes bombardearan el pasado viernes una torre de telecomunicaciones situada en la ciudad yemení de Al-Hudayda, a orillas del mar Rojo.
Los observadores dicen que el ataque parece un movimiento deliberado de la llamada coalición saudí para mantener al mundo en la oscuridad sobre el alcance de la muerte y la destrucción resultante de sus ataques aéreos en Yemen.
En este sentido, el portal Netblocks, con sede en Londres y que monitorea la censura en la red, ha asegurado este martes que la red se estaba restableciendo en todo el país, tras un masivo apagón que ha dificultado conocer los estragos causados en las últimas acciones de la alianza agresora.
Desde la semana pasada, los aviones saudíes han atacado distintas zonas y objetivos del Ejército yemení y el movimiento popular Ansarolá, mientras estos han intensificado sus ataques de represalia contra posiciones sensibles en Arabia Saudí y los Emiratos Árabes Unidos (EAU).
Esa intensa campaña aérea se suma al ataque del pasado viernes contra un centro de detención en la provincia de Saada (noroeste) que dejó al menos 92 muertos y más de 200 heridos.
Los yemeníes defienden su derecho a tomar medidas de represalia por los crímenes de los agresores en la guerra de casi siete años de Riad y sus aliados contra el empobrecido país, en busca de restaurar en el poder al expresidente fugitivo yemení Abdu Rabuh Mansur Hadi y aplastar a Ansarolá, objetivos que no han logrado materializar.
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