En una reunión mantenida el domingo con el príncipe heredero de Arabia Saudí, Muhamad bin Salman Al Saud, el secretario de Estado de EE.UU., Mike Pompeo, acusó al movimiento popular yemení Ansarolá de no acatar el acuerdo del alto el fuego en la ciudad de Al-Hudayda (oeste de Yemen), suscrito el 13 de diciembre en Estocolmo (la capital de Suecia).
El presidente del Comité Supremo Revolucionario de Yemen, Muhamad Ali al-Houthi, rechazó, no obstante, las imputaciones del diplomático norteamericano, destacando que Ansarolá fue el primero que cumplió con su parte del acuerdo cuando retiró sus tropas de la ciudad de Al-Hudayda.
“Las acusaciones de Pompeo son refutadas porque el movimiento ha dado paso a la redistribución (de sus fuerzas) en el puerto de Al-Hudayda y ha presentado propuestas positivas para acabar con el conflicto”, escribió el lunes por la noche Al-Houthi, a través de su cuenta de Twitter.
Los combatientes de Ansarolá y del Ejército yemení empezaron el pasado 25 de diciembre a abandonar la citada urbe portuaria, en aplicación del acuerdo firmado en Suecia, a pesar de la violaciones del pacto por parte de Riad y sus mercenarios.
(Mike) Pompeo, como un líder estadounidense, se negó a cesar su apoyo a la agresión de Arabia Saudí y sus aliados, a pesar de la decisión del Congreso (de EE.UU.) de frenar la guerra en Yemen (...) La pregunta es: ¿Qué medidas ha tomado usted o sus socios para respetar el acuerdo de Suecia?”, argumentó el presidente del Comité Supremo Revolucionario de Yemen, Muhamad Ali al-Houthi.
“Pompeo, como un líder estadounidense, se negó a cesar su apoyo a la agresión de Arabia Saudí y sus aliados, a pesar de la decisión del Congreso (de EE.UU.) de frenar la guerra en Yemen (...) La pregunta es: ¿Qué medidas ha tomado usted o sus socios para respetar el acuerdo de Suecia?”, indicó Al-Houthi, considerado uno de los responsables de Ansarolá.
El acuerdo alcanzado en la capital sueca estipuló un alto el fuego, que entró en vigor el 18 de diciembre en Al-Hudayda y su puerto, clave para la llegada al país de ayuda humanitaria e importaciones, y de donde deben retirarse todos los combatientes.
El pasado 7 de enero, Ansarolá denunció, sin embargo, que Arabia Saudí, respaldada por EE.UU. y el régimen israelí, sigue bombardeando zonas residenciales de Yemen, especialmente en la estratégica Al-Hudayda, para impedir la implementación del convenio pactado en Estocolmo.
La tregua de Al-Hudayda es considerada una gran victoria para Ansarolá, ya que Riad y su aliado estadounidense han tratado con su cerco y ataques a la ciudad poner de rodillas al pueblo y a los combatientes yemeníes, sin lograrlo.
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