En un comunicado, la citada Cartera informa de que las ofensivas contra Yemen han alcanzado plenamente sus objetivos y que el movimiento popular yemení Ansarolá "ya no representa amenaza alguna" para la seguridad de la monarquía árabe, razón por la cual ha decidido poner fin a la operación militar Tormenta Decisiva, inaugurada el pasado 26 de marzo contra el pueblo yemení.
Riad justifica sus constantes bombardeos a Yemen aduciendo que ha destruido los misiles balísticos de Ansarolá que, insiste, representaban una amenaza para Arabia Saudí y los países vecinos.
El Ministerio saudí de Defensa anuncia el fin a la operación militar “Tormenta Decisiva” en Yemen y el comienzo de la llamada “Restaurar la esperanza”.
Sin embargo esto no significa el fin de las beligerancias en Yemen dado que el portavoz militar saudí, el brigadier Ahmad al-Asiri, ha informado este mismo martes de que el régimen saudí dará comienzo a la operación “Restaurar la esperanza” para reconstruir Yemen, realizar “operaciones antiterroristas”... y buscar una solución política a la crisis yemení.
“La coalición continuará previniendo que (...) (Ansarolá y sus aliados) no realicen operaciones dentro de Yemen”, ha afirmado Al-Asiri en una rueda de prensa mantenida en Riad, capital saudí.
Arabia Saudí seguirá implementando su bloqueo naval sobre Yemen, bombardeará las posiciones del Ejército yemení y de Ansarolá y podría reasumir los ataques aéreos si lo considera necesario.
La aventura militar saudí en Yemen ha dejado hasta el momento más de 2 640 civiles muertos y entre 120 000 y 150 000 desplazados, según datos del Alto Comisionado de la Organización de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR).
Irán ha exigido en varias ocasiones respeto a las leyes internacionales y el cese de las hostilidades y bombardeos saudíes contra Yemen, pues han desolado el país árabe, una de las naciones más pobres del mundo, y dejado cientos de víctimas mortales entre los civiles.
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