• El ministro de Relaciones Exteriores de Venezuela, Yván Gil.
Publicada: jueves, 16 de octubre de 2025 3:38

Venezuela rechaza las declaraciones del presidente de EE.UU., sobre actividades de CIA en su territorio, calificándolas de operaciones “contra la paz y la estabilidad”.

“La República Bolivariana de Venezuela rechaza las declaraciones belicistas y extravagantes del presidente de EE.UU., en las que admite públicamente haber autorizado operaciones para actuar contra la paz y la estabilidad de Venezuela”, ha declarado el ministro de Relaciones Exteriores de Venezuela, Yván Gil, en un comunicado publicado este jueves en su canal de Telegram.

Además, ha declarado que las declaraciones del presidente estadounidense, Donald Trump, sin precedentes, “constituye una gravísima violación del Derecho Internacional y de la Carta de las Naciones Unidas, y obliga a la comunidad de países a denunciar estas afirmaciones a todas luces inmoderadas e inconcebibles”.

Estas declaraciones se producen luego de que Trump confirmara haber autorizado a la CIA a operar en Venezuela, tras la publicación de un informe que revelaba que el objetivo principal de la agencia es derrocar al presidente Nicolás Maduro.

 

Asimismo, ha calificado como una situación de “extrema alarma el uso de la CIA, así como los despliegues militares anunciados en el Caribe” y señaló que estas acciones “configuran una política de agresión, amenaza y hostigamiento contra Venezuela” consistentes con la legitimación de “una operación de cambio de régimen” cuyo propósito sería “apropiarse de los recursos petroleros venezolanos”.

Además, Venezuela ha informado que interpuso formalmente la denuncia de estos hechos en la reunión extraordinaria de cancilleres de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac) y ha anunciado que este 16 de octubre hará lo propio ante la Secretaría General y el Consejo de Seguridad de la ONU (CSNU), donde demandará nuevamente “la rendición de cuentas” a Washington y exigirá “la adopción de medidas urgentes que impidan una escalada militar en el Caribe”.

Las tensiones entre Caracas y Washington se intensificaron desde agosto, cuando Trump ordenó un amplio despliegue militar en el sur del Caribe bajo el pretexto de combatir el narcotráfico “proveniente de Venezuela”. La magnitud de esta operación es significativa: actualmente, 10 000 soldados estadounidenses se encuentran en la región, en su mayoría en bases de Puerto Rico, además de un contingente de marines desplegados en buques de asalto anfibios. La Armada estadounidense mantiene en el Caribe ocho buques de guerra de superficie y un submarino.

Desde septiembre pasado, efectivos militares de Estados Unidos han atacado embarcaciones pequeñas en aguas del Caribe, cerca de Venezuela, bajo la sospecha de que transportaban drogas hacia Estados Unidos. Según datos oficiales, estos ataques han causado la muerte de 27 personas en alta mar.

Caracas ha calificado estas acciones de “agresión” y ha cuestionado las verdaderas motivaciones de los operativos. El Estado venezolano ha reiterado que está siendo objeto de una “agresión armada para imponer un cambio de régimen” y un gobierno “títere”, con el objetivo de “apoderarse del petróleo, el gas, el oro y todos los recursos naturales”.

arz/rba