Los organizadores de la protesta han convocado marchas y movilizaciones en todos los 50 estados de Estados Unidos, en oposición a las políticas del presidente republicano, Donald Trump, y en defensa de la democracia frente al autoritarismo.
Los organizadores de la protesta acusan a Trump de intentar concentrar poder y debilitar las instituciones democráticas. “Trump fue elegido presidente, pero intenta ser un rey. Estados Unidos es una democracia, no una monarquía”, declaró Lawrence Hamm, presidente de la Organización Popular para el Progreso (POP), que encabeza la convocatoria en Nueva Jersey.
Hey this is not a moment to stay silent.
— Chris Murphy 🟧 (@ChrisMurphyCT) October 14, 2025
Oct 18th - No Kings Day - is our chance to show we won't accept the militarization of our citizens, the brazen corruption of the Trump family, and the destruction of our health care.
Find your local protest at https://t.co/8C7hvJzIBJ. pic.twitter.com/HQ3S2uicrW
Las violentas redadas llevadas a cabo por la administración Trump en el país para detener a migrantes indocumentados y el cierre del Gobierno por segunda semana consecutiva que podría causar que más de 10 000 empleados federales pierdan sus empleos han profundizado el descontento social hacia el Ejecutivo.
“Cerrar el Gobierno es otra toma de poder autoritaria por parte de esta Administración, que ha amenazado con despedir a un gran número de empleados federales suspendidos como parte de un esfuerzo continuo por desmantelar los programas y servicios federales que la Administración considera objetables”, dijo la Federación Estadounidense de Empleados del Gobierno (AFGE) en un comunicado.
En importantes ciudades como Nueva York, la marcha está convocada con el lema de “Sin reyes, sin dictadores”, asegurando que la sociedad estadounidense no cederá “ante la corrupción y la crueldad”.
Muchos líderes republicanos han bautizado a las protestas del 18 de octubre como las manifestaciones “que odian a Estados Unidos”. Los convocantes, a su vez, han respondido, denunciando que, en lugar de abordar cuestiones fundamentales como la reapertura del gobierno, el acceso a una atención médica asequible y la reducción del costo de vida, el gobierno está atacando a ciudadanos que solo buscan expresar pacíficamente sus opiniones.
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