Durante una rueda de prensa en la Casa Blanca, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha admitido este miércoles que ordenó a la Agencia Central de Inteligencia (CIA, por sus siglas en inglés) llevar a cabo operaciones encubiertas en Venezuela.
El mandatario ha intentado justificar la controvertida decisión, afirmando que la medida tenía como objetivo impedir el flujo de drogas supuestamente procedentes de Venezuela hacia su país.
Según Trump, la autorización fue emitida por “dos razones”. En primer lugar, porque considera que Venezuela ha “vaciado sus prisiones hacia Estados Unidos”, aunque reconoció que los criminales ingresaron a su país debido a la “política de frontera abierta” estadounidense.
Y la segunda razón, “tenemos muchas drogas viniendo de Venezuela. Y muchas de las drogas venezolanas vienen a través del mar”, ha agregado.
Sus declaraciones se producen poco después de que The New York Times (NYT) revelara que el magnate republicano había autorizado a la CIA acciones encubiertas en el país bolivariano.
NYT: Trump autoriza acciones encubiertas de la CIA en Venezuela para derrocar a Maduro
Según filtraciones, la estrategia del gobierno de Trump para Venezuela, desarrollada por el secretario de Estado, Marco Rubio, con la ayuda de John Ratcliffe, director de la CIA, tiene como objetivo derrocar al gobierno del presidente electo, Nicolás Maduro.
Ratcliffe ha dicho poco sobre lo que su agencia está haciendo en Venezuela, pero ha prometido llevar a cabo acciones encubiertas cuando se lo ordenara el presidente, y “yendo a lugares a los que nadie más puede ir y haciendo cosas que nadie más puede hacer”.
Trump: EEUU tiene en la mira realizar ataques terrestres en Venezuela
Cuando se le preguntó si considera ordenar ataques terrestres contra Venezuela, el líder republicano ha dicho que su Administración tiene “definitivamente en la mira la parte terrestre ahora mismo”. “Lo hemos detenido por mar, ahora lo detendremos por tierra”, ha afirmado respecto al narcotráfico.
Las tensiones entre Caracas y Washington han escalado desde agosto, cuando Trump ordenó un masivo despliegue militar en el sur del Caribe so pretexto de combatir el narcotráfico “procedente de Venezuela”. La magnitud del despliegue militar en la región es considerable: actualmente hay 10 000 soldados estadounidenses ahí, la mayoría en bases de Puerto Rico, pero también un contingente de marines en buques de asalto anfibios. En total, la Armada tiene ocho buques de guerra de superficie y un submarino en el Caribe.
Desde septiembre pasado, efectivos militares de EE.UU. han atacado barcos pequeños en aguas del Caribe, cerca de Venezuela, bajo sospecha de llevar drogas a EE.UU. Según sus propios datos, los ataques han asesinado a 27 personas en alta mar.
Caracas ha calificado esas acciones de “agresión” y ha cuestionado la verdadera razón de los operativos. El Estado venezolano, ha reiterado, está siendo objeto de una “agresión armada para imponer un cambio de régimen” y un Gobierno “títere”, a fin de “robarle el petróleo, el gas, el oro y todos los recursos naturales”.
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