“El Grupo de Amigos en Defensa de la Carta de las Naciones Unidas reafirma su inquebrantable solidaridad con el Pueblo y Gobierno de la República Bolivariana de Venezuela —miembro fundador de nuestra agrupación—, y exhorta al gobierno de Estados Unidos de América a desescalar sus acciones y su retórica en la región”, destacó la agrupación en un comunicado emitido el martes.
La agrupación expresó la “profunda preocupación” por un gran número de Estados de América Latina y el Caribe por el “reciente despliegue de fuerzas militares estadounidenses en esa región”, incluyendo activos con capacidad nuclear, en una escalada directa de acciones hostiles y amenazas contra Venezuela.
Al condenar la amenaza del uso de la fuerza contra la soberanía, el bloque expresó “su firme apoyo” a todas las acciones encaminadas a mantener a la región latinoamericana y caribeña como zona de paz y libre de armas nucleares, de conformidad con lo declarado por la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac) en 2014, así como lo consagrado en el Tratado de Tlatelolco.
El documento destaca que el acuerdo de la Celac “afirma el derecho soberano de sus pueblos a determinar sus propios destinos, libres de injerencia externa, así como su compromiso permanente de resolver las controversias por medios pacíficos, con el objetivo de desarraigar para siempre el uso o la amenaza del uso de la fuerza en la región”.
El Grupo de Amigos en Defensa de la Carta es un colectivo en el contexto de la ONU que trabaja de manera estrecha, desde el año 2020, para defender los principios de la Carta y el multilateralismo. Está integrado por Argelia, Bielorrusia, Bolivia, China, Cuba, República Popular Democrática de Corea (Corea del Norte), Eritrea, Guinea Ecuatorial, Irán, Laos, Mali, Nicaragua, Palestina, Rusia, Venezuela, San Vicente y las Granadinas, Siria y Zimbabwe.
Desde el pasado agosto, las tensiones entre Estados Unidos y Venezuela han ido en aumento tras el despliegue de más de 4000 infantes de Marina adicionales, tres destructores (USS Gravely, el USS Jason Dunham y el USS Sampson), un submarino de ataque y otros equipos en el sur del Caribe, cerca de las costas de Venezuela con el supuesto objetivo de enfrentar a los cárteles de la droga, aunque se sabe que el 90 % de estas drogas llega a EE.UU. a través del océano Pacífico.
Ante estas alegaciones, el Gobierno venezolano ha rechazado categóricamente la acusación de narcotráfico, advirtiendo sobre intentos de Washington de utilizar la supuesta lucha contra el narcotráfico como pretexto para “agredir” a Venezuela.
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