A través de su cuenta en Twitter, el ministro de Asuntos Exteriores venezolano, Félix Plasencia, expresó “consternación, dolor y rechazo en nombre del gobierno y del pueblo de Venezuela, por el asesinato de la periodista de Al Jazeera, Shireen Abu Akleh, por una bala disparada por el ejército de Israel en el campo de refugiados de Yenín, en Cisjordania ocupada”.
El jefe de la Diplomacia venezolana también calificó de “injustificada y dolorosa” la pérdida de la comunicadora y envió las condolencias y respeto a los familiares, amigos y compañeros de trabajo de la comunicadora social.
“Reafirmamos nuestro irreductible compromiso y apoyo a la difusión de la verdad de nuestros pueblos y de la causa palestina”, concluyó el canciller.
Según la información proporcionada por el Ministerio palestino de Salud, Shireen Abu Akleh recibió un disparo en el rostro y murió poco después mientras cubría una redada de las fuerzas israelíes contra la ciudad de Yenín.
Abu Akleh fue alcanzada por una bala real mientras vestía un chaleco de prensa y trasladada de urgencia en el estado crítico al hospital, donde fue declarada muerta, agrega la fuente. Su colega, Ali Samoudi, también fue herido por una bala en la espalda durante los ataques contra los ciudadanos palestinos.
La muerte de Akleh ocurre casi un año después de la destrucción de la torre Yala, donde se encontraban las oficinas de Al Jazeera en la Franja de Gaza.
Estos actos israelíes constituyen una flagrante violación al derecho internacional humanitario y de las normas suscritas por los países del mundo en casos de conflictos armados y geopolíticos.
En los Convenios de Ginebra de 1949, además de definir las obligaciones de la potencia ocupante, se prohíbe a todos los actores del Estado y no estatales, efectuar ataques intencionales contra civiles y actores de información, periodistas y blogueros, entre otros.
Este crimen se suma a otras 384 agresiones contra periodistas tan solo entre 2021 y 2022 por parte de Israel, de acuerdo con la agencia palestina Wafa.
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