El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, reafirmó el viernes el compromiso de su país con la paz, en medio de las crecientes tensiones regionales por el despliegue de buques de guerra de Estados Unidos en el Caribe, cerca de las costas de Venezuela.
“La guerra solo conduce a la masacre y al empobrecimiento, si hay divergencia entre dos naciones, no hay nada mejor y más barato que sentarse en una mesa de negociación y hablar”, manifestó el presidente brasileño en una entrevista con SBT News, reiterando que Brasil no tiene ni quiere ningún conflicto internacional
En este sentido, Lula puso de relieve que Brasil “estará del lado que siempre estuvo, del lado de la paz”, destacando que la guerra solo trae muerte y pobreza.
Reportero: ¿Estados Unidos o Venezuela, de qué lado está Brasil?
— André Vieira (@AndreteleSUR) September 6, 2025
Lula da Silva: “Del lado de la paz” pic.twitter.com/NWcGk68yuj
Por su parte, el ministro de Defensa de Brasil, José Múcio, dijo el viernes que el Gobierno de Lula sigue de cerca la escalada de tensión que se vive entre EE.UU. y Venezuela, y que las Fuerzas Armadas brasileñas mantienen operaciones constantes en la frontera ante preocupaciones de que la región se convierta en una “trinchera”.
Según Múcio, la tensión entre EE.UU. y Venezuela es algo que compete solucionar solo ambos países, mientras que a Brasil le corresponde mantener una postura pacífica y evitar que la frontera terrestre con Venezuela se militarice.
Colombia avisa a EEUU que podría “rehacer” colaboración antidroga
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, aseguró el martes que la Armada de su país destruyó un barco tripulado por narcotraficantes en aguas del Caribe, donde EE.UU. mantiene un amplio despliegue militar desde mediados de agosto con el propósito de frenar lo que llama “el flujo de drogas” desde Venezuela al territorio estadounidense.
“Dije que era un asesinato y es un asesinato en cualquier parte del mundo. Si al gobierno de EEUU no le importa la ONU y el derecho internacional, a mí, sí”, escribió el viernes el mandatario colombiano, Gustavo Petro en su cuenta de la red social X, donde días antes también había calificado el crimen en el Caribe.
Petro aseguró que “la colaboración del Gobierno colombiano en la lucha antinarcotraficante es profunda, a fondo, sin doble moral de mi parte, pero se supedita al derecho internacional (humanitario)”.
Asimismo, advirtió que apoyará a EE.UU. si respeta el derecho internacional pero “si lo rompe, toca rehacer nuestra colaboración”.
Petro hacía referencia a la postura de la ONU en la que expresa que “las operaciones contra actividades ilícitas deben cumplir estrictamente con el derecho internacional, incluyendo el respeto por la vida y la proporcionalidad en el uso de la fuerza”.
La ONU resaltó su preocupación ante la posibilidad de que la operación de Estados Unidos en el Caribe represente un precedente para la aplicación de medidas que excedan el marco jurídico internacional.
Aunque se sabe que el 90 % de estas drogas llega a EE.UU. a través del océano Pacífico, Washington anunció el despliegue 4000 efectivos y de buques de guerra en el sur del Caribe, cerca de las costas venezolanas, como parte de una supuesta ofensiva contra el narcotráfico, pero es evidente que también es una maniobra de presión contra el Gobierno de Nicolás Maduro, a quien señala de ser el líder del Cartel de los Soles, una organización narcotraficante.
El Gobierno de Maduro ha rechazado categóricamente las acusaciones, advirtiendo de que Washington en realidad busca “agredir” a Venezuela para cambiar de régimen y robar los recursos de este país petrolero.
El presidente venezolano declaró que su país enfrenta “la más grande amenaza” que haya visto América Latina en un siglo. “Si Venezuela resulta agredida, nos declararemos en lucha armada”, anunció. Además, la nación bolivariana se prepara para enfrentar cualquier invasión.
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