Desde el viernes, millones iraníes enlutados le rindieron tributo y lloraron su pérdida mientras denunciaban su “cobarde asesinato”.
Tras recorrer diferentes ciudades del territorio nacional y recibir un merecido adiós del pueblo iraní, el cuerpo del general Qasem Soleimani llegó este martes a su ciudad natal Kerman y fue sepultado junto a la tumba de sus compañeros de guerra, donde yacerá su cuerpo para su eterno descanso.
Entre lágrimas y gritos de venganza, los enlutados coreaban consignas contra EE.UU. y el régimen de Israel, y pedían una “dura respuesta” a su crimen contra los héroes mártires iraníes, que jugaron un relevante papel en los duros combates en Irak y Siria contra los grupos terroristas, muchos de ellos respaldados por el régimen israelí, países occidentales y ciertos regímenes de la región de Oriente Medio.
La madrugada del viernes el comandante de la Fuerza Quds del Cuerpo de Guardianes de la Revolución Islámica (CGRI) de Irán, el teniente general Qasem Soleimani, y el subcomandante de las Unidades de Movilización Popular de Irak (Al-Hashad Al-Shabi, en árabe), Abu Mahdi al-Muhandis, entre otros combatientes iraníes e iraquíes, fueron asesinados en Irak en una ofensiva aérea estadounidense lanzada siguiendo una orden directa del presidente de EE.UU., Donald Trump.
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