“Recibimos informaciones de que los que ocupan la llamada ‘zona de seguridad’ alrededor de la localidad Al-Tanf, son estadounidenses, que están entrenando y suministrando armas a los milicianos de las formaciones armadas ilegales de Yeish Mahavir As-Saura”, ha declarado este jueves María Zajarova, portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores de Rusia.
La alta diplomática rusa ha precisado que estas maniobras ilegales se realizan en marco de la campaña de medidas desestabilizadoras de las tropas estadounidenses en materia de llevar a cabo acciones de sabotaje en otras partes de Siria.
En otras regiones del territorio sirio donde se registra la presencia ilegal de las fuerzas de EE.UU., Zajarova ha proseguido diciendo que la situación problemática entorno a los grupos extremistas takfiríes “no solo no está solucionándose, sino que, en cambio, (los estadounidenses) les alientan a continuar con sus actividades (delictivas)”.
Estados Unidos ocupa un área de 55 kilómetros cuadrados alrededor de la región desértica de Al-Tanf, localidad situada en el extremo suroriental de la provincia siria de Homs, que alberga una base militar de Washington, donde, según las autoridades locales, la llamada coalición antiterrorista entrena a los grupos armados y terroristas.
Después de la reciente retirada de las fuerzas estadounidenses del noreste sirio, Al-Tanf es ahora el último reducto de las fuerzas estadounidenses en Siria, el cual ocuparon en 2016. Washington ya anunció que mantendrá alrededor de 150 soldados en esta base militar.
Las autoridades sirias y rusas han advertido en reiteradas ocasiones que Estados Unidos está utilizando la referida base militar de Al-Tanf como “un refugio seguro para los terroristas”.
De hecho, el Gobierno sirio ha denunciado en innumerables ocasiones el apoyo armamentístico, logístico y financiero de Estados Unidos y sus aliados occidentales a las bandas extremistas y armadas para crear inseguridad y desestabilizar el país árabe, y robar sus riquezas naturales, especialmente el petróleo, entre otras metas nefastas e imperialistas.
Por su parte, Rusia, aliado del Ejecutivo sirio del presidente Bashar al-Asad en combatir el terrorismo, acusa a EE.UU. de armar a las bandas terroristas a cambio de saquear las instalaciones petroleras y yacimientos del país árabe.
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