Rusia envió un convoy de 60 vehículos militares cerca de los yacimientos petróleos de Al-Rmelan, al norte de Al-Hasaka (noreste de Siria) donde están desplegadas las fuerzas militares norteamericanas, según un informe publicado este sábado por la cadena Alalam.
Entre tanto, EE.UU. dio orden a las FDS para que se opusieran a las medidas de Rusia en esta zona y obligaran al convoy ruso a retirarse y volver al aeropuerto militar de Al-Qamishli en el norte de Al-Hasaka.
Anteriormente, Estados Unidos había enviado decenas de camiones desde el territorio iraquí a la provincia de Al-Hasaka.
El 6 de octubre de manera sorpresiva el presidente de EE.UU., Donald Trump, anunció la salida de las fuerzas estadounidense del norte de Siria, donde su aliado había contado con el apoyo de Washington ante la agresión de Turquía.
No obstante, poco después Washington decidió enviar de nuevo unos 500 soldados con equipamientos logísticos y militares en el norte del país árabe bajo el pretexto de proteger los campos petrolíferos de Siria y brindar apoyos militares a sus aliados como las FDS.
En reiteradas ocasiones, el Gobierno de Damasco presidido por Bashar al-Asad, ha rechazado la presencia militar estadounidense que viola la integridad territorial y el derecho internacional.
De hecho, desde hace décadas, EE.UU. ha puesto su mirada en los ricos pozos de petróleo del oeste de Asia, especialmente en Irak y Siria, y para conseguir sus objetivos e intensificar su presencia no ha escatimado esfuerzos como lanzar guerras en esta región. Por lo tanto, no abandona Siria con el objetivo de saquear su crudo y financiar a grupos terroristas.
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