• Cenar dos horas antes de irse a la cama reduce el riesgo de cáncer de mama y próstata.
Publicada: miércoles, 18 de julio de 2018 18:15
Actualizada: jueves, 19 de julio de 2018 6:25

Cenar dos horas antes de irse a la cama reduce en un 20% el riesgo de contraer cáncer de mama y próstata, revela un estudio hecho en España.

Científicos del Instituto de Salud Global de Barcelona (ISGlobal) quisieron saber si el momento de la comida podría asociarse con el riesgo de cáncer de mama y próstata, dos de los cánceres más comunes en todo el mundo, ha publicado este miércoles Europa Press.

En el estudio se incluyeron 621 casos de cáncer de próstata y 1205 casos de cáncer de mama, así como 872 hombres y 1321 controles femeninos seleccionados al azar en centros de salud de atención primaria.

Los participantes, de varias partes de España, fueron entrevistados sobre sus horarios de comida, hábitos de sueño y cronotipo, así como sus hábitos alimenticios y el cumplimiento de las recomendaciones de prevención del cáncer.

Analizando los resultados, los investigadores han confirmado que cenar dos horas antes de irse a la cama reduce en un 20 por ciento el riesgo de estas enfermedades, en comparación con cenar tarde o acostarse nada más terminar de comer.

Si se confirman los hallazgos tendrán implicaciones para las recomendaciones de prevención del cáncer, las cuales actualmente no tienen en cuenta el tiempo de las comidas. El impacto podría ser especialmente importante en culturas como las del sur de Europa, donde la gente cena tarde”, han zanjado los científicos del Instituto de Salud Global de Barcelona (ISGlobal).

 

De hecho, los investigadores observaron que el cumplimiento de los patrones de alimentación diurnos está asociado a un menor riesgo de cáncer, por lo que han señalado la importancia de evaluar los ritmos circadianos en estudios sobre dieta y cáncer.

“Si se confirman los hallazgos tendrán implicaciones para las recomendaciones de prevención del cáncer, las cuales actualmente no tienen en cuenta el tiempo de las comidas. El impacto podría ser especialmente importante en culturas como las del sur de Europa, donde la gente cena tarde. Se necesita más investigación en humanos para comprender las razones detrás de estos hallazgos, pero todo parece indicar que el momento del sueño afecta nuestra capacidad de metabolizar los alimentos”, han zanjado los científicos.

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