• Aplicación de una gasa sobre una herida en un brazo para detener una hemorragia.
Publicada: lunes, 19 de marzo de 2018 2:36

En la vida cotidiana no es raro toparse con accidentes de distintos tipos ante los cuales no siempre sabemos cuál es la mejor manera de actuar. Uno de ellos especialmente frecuente son las hemorragias externas, que siempre es útil saber cómo tratar de manera adecuada.

Ante una herida con sangrado activo, explica la doctora española Marta Martínez del Valle en una entrevista reciente con la agencia Europa Press, lo primero es asegurar la higiene evitando el contacto con la sangre sin haberse lavado antes las manos y, a continuación, lavar la herida con agua y jabón, y luego aclararla con agua abundante.

Lo fundamental, en todo caso, es detener la hemorragia, para lo cual la doctora aconseja usar un pañuelo o gasa limpio (y que no suelte pelusa) y presionar directamente. Si sigue sangrando y se empapa el tejido que estamos usando, no debe retirarse, sino colocar otro encima y seguir presionando hasta que pare el sangrado.

Una vez logrado eso, se debe mantener la presión, usando ya para ello un esparadrapo, venda o similares. Resulta recomendable también elevar el miembro afectado, si lo permite la herida, para que disminuya la presión sanguínea en la zona y que así el sangrado remita.

Un caso particular puede ser que haya algún objeto clavado en la herida; no deberá extraerse para no empeorar la situación incrementando el flujo de sangre. En esa circunstancia, es mejor fijar el objeto de modo que no se mueva y acudir a un centro sanitario para que lo extraiga personal experimentado con más medios de emergencia.

 

Otras situaciones en que será recomendable ir a un centro médico son si el sangrado no se detiene o si la herida es demasiado amplia, profunda o de bordes muy separados. Asimismo, si se observa que la herida puede haberse infectado, al aparecer en la zona enrojecimiento, calor, hinchazón o supuración —o fiebre, de modo general—.

En contra de lo que pueden hacer pensar las películas de cine, en muy rara vez es recomendable hacer un torniquete, lo que debe reservarse para casos de hemorragia masiva, del tipo de la que se presenta cuando hay una amputación, hasta el nivel de poner en riesgo la supervivencia del herido.

Por último, hay errores que se suelen cometer de manera frecuente con las heridas y que es mejor evitar, como aplicar a la zona afectada soluciones que tiñen la herida, como mercurocromo, o alcohol. En contra de lo que se cree a menudo, esto no sólo no desinfectará, sino que podría causar quemaduras en los bordes de la herida.

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