Burevestnik es un artilugio con inmensas capacidades, entre ellas puede recorrer una distancia mínima de 14 000 kilómetros, puede rebasar redes de defensa aérea antimisiles, tiene baja visibilidad y vuelo bajo, alcance prácticamente ilimitado y una trayectoria de vuelo impredecible.
El misil ha pasado pruebas rigurosas y ha salido exitoso, así lo ha hecho saber este domingo el presidente ruso, Vladimír Putin, algo que ha sido ratificado por el jefe del Estado Mayor del Ejército ruso, el general Valeri Gerasimov, quien asegura que en los test realizados el 21 de octubre, el artefacto voló unas 15 horas.
En una reunión con la jefatura militar del país en un puesto de mando de la operación militar especial, Putin ha destacado el alto nivel de fiabilidad de las fuerzas de disuasión nuclear, subrayando que Burevestnik es un misil “único” y sin parangón que el país euroasiático ha estado desarrollando en los últimos años.
Ya en 2028, durante su discurso anual sobre el estado de la nación, Putin anunció el desarrollo de este misil, que estaría armado con una ojiva nuclear y un alcance ilimitado.
Según expertos militares rusos, el misil puede penetrar en territorio enemigo desde cualquier dirección y lo catalogan como una de las armas apocalípticas con las que cuenta el gigante euroasiático.
Por el momento, el Ministerio de Defensa ruso baraja si clasificarlo como un misil convencional o un arma estratégica, y si emplazará o no una ojiva nuclear, de acuerdo a medios rusos.
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