En la inauguración de la segunda cumbre de dos días, del foro económico y humanitario Rusia-África, celebrada en la ciudad de San Petersburgo, el presidente ruso, Vladímir Putin, denunció este jueves la paradoja de Occidente, al echar a Moscú la culpa de la crisis alimentaria en el mundo, mientras Rusia, precisa Putin, suministró más de 11 millones de toneladas de cereales a África en 2022, y casi 10 millones de toneladas en lo que va del año.
Estos suministros, según el mandatario, pudo hacerse pese a las presiones y sanciones ilegales, que dificultan seriamente el transporte, la logística, el seguro y los pagos bancarios.
Putin recordó que el llamado acuerdo de cereales, firmado en presencia de la secretaría de las Naciones, buscaba garantizar la seguridad alimentaria mundial, reducir las amenazas de hambruna y ayudar a los países más pobres, incluida África. Sin embargo, lamentó que los granos exportados desde Ucrania terminaron en manos de los países adinerados.
Ante tal coyuntura, el mandatario aseguró que Rusia es capaz de sustituir el grano ucraniano tanto sobre la base comercial como la gratuita para los países africanos más necesitados, sobre todo porque Rusia espera otra cosecha récord este año.
Putin también expresó la voluntad de Rusia de cimentar los lazos con el continente africano. Subrayó la importancia de avanzar con más energía en los acuerdos financieros sobre transacciones comerciales en monedas nacionales, incluido el rublo, para ampliar aún más toda la gama de vínculos comerciales y económicos.
rtk/tqi
